CASA NUESTRA
Iberian Houses
Luis Fernández-Galiano Iberia liteIberia Lite
Plástica domésticaDomestic Aesthetic David Moriente
Isidro Blasco Paisaje interior Interior Landscape
MP & MP Rosado Lo siniestro The Sinister
Carlos Bunga Destrucción controlada Controlled Destruction
Pedro Cabrita Reis Añoranza pétrea Stone Yearning
Doce casas españolas Twelve Spanish Houses
Casa del horizonte, Salamanca Horizon House, Salamanca
Jesús Aparicio
Casa Clip, Madrid Clip House, Madrid
Bernalte & León
Casa Guerrero, Zahora (Cádiz) Guerrero House, Zahora (Cádiz)
Alberto Campo Baeza
Casa Es Pujol de s’Era, Formentera Es Pujol de s’Era House, Formentera
Marià Castelló
Casa en Jardín del Sol, Tacoronte (Tenerife) House in Jardín del Sol, Tacoronte
Corona & Pérez Amaral
Casa en la ladera, Otura (Granada) Sloping House, Otura (Granada)
Juan Domingo Santos
Casa para un fotógrafo, Casas de Alcanar (Tarragona) House for a Photographer, Casas de Alcanar
Carlos Ferrater
Casa Bianna, Vall de Bianya (Gerona) Bianna House, Vall de Bianya (Gerona)
Hidalgo & Hartmann
Casa con alberca, Obéilar (Granada) House with Pool, Obéilar (Granada)
Carmen Moreno
Casa OS, Loredo (Cantabria) OS House, Loredo (Cantabria)
Nolaster
Casa Cuca de Llum, Olot (Gerona) Cuca Llum House, Olot (Gerona)
RCR, Aranda, Pigem & Vilalta
Casa de silicona, Madrid Silicone House, Madrid
Selgas & Cano
Doce casas portuguesas Twelve Portuguese Houses
Casa Barreira Antunes, Grândola (Setúbal) Barreira Antunes House, Grândola
Aires Mateus
Casa en Romeirão, Ericeira (Lisboa) House in Romeirão, Ericeira (Lisbon)
ARX Portugal
Casa Quinta dos Foios, Azeitão (Setúbal) Quinta dos Foios House, Azeitão (Setúbal)
Atelier Central
Casa en Afife, Viana do Castelo House in Afife, Viana do Castelo
Nuno Brandão
Casa Ribeira de Abade, Gondomar (Oporto) Ribeira de Abade House, Gondomar
Carlos Castanheira
Casa en Gerês, Braga House in Gerês, Braga
Correia & Ragazzi
Casa João, Antes (Aveiro) João House, Antes (Aveiro)
José Paulo dos Santos
Casa en Carreço, Viana do Castelo House in Carreço, Viana do Castelo
Grande & Gadanho
Casa Tóló, Cerva (Vila Real) Tolo House, Cerva (Vila Real)
Álvaro Leite Siza
Casa en el valle, Vieira do Minho (Braga) House in the Valley, Vieira do Minho (Braga)
Guilherme Machado
Ampliación de dos casas, Beira Alta Two House Extensions, Beira Alta
João Mendes Ribeiro
Casa PR, Pombal (Leiria) PR House, Pombal (Leiria)
Santos & Cordeiro
Tres ensayos y un poema Three Essays and a Poem
Casa Varsavsky, Madrid Varsavsky House, Madrid
Acebo & Alonso
Casa Nurbs, Empuriabrava, Gerona Nurbs House, Empuriabrava (Gerona)
Cloud9
Casa Hemeroscopium, Las Rozas, Madrid Hemeroscopium House, La Rozas (Madrid)
Antón García-Abril
Álvaro Siza
La casa es el abrigo The House is the Shelter
Luis Fernández-Galiano
Iberia lite
La Península Ibérica es nuestra casa común. Unidas por la geografía y separadas por la historia, España y Portugal llevan tres décadas de democracia y dos en la UE trenzando sus caminos políticos, cosiendo sus tejidos económicos y enredando sus madejas sociales. La intimidad doméstica en esta península pentagonal que compartimos va poco a poco anudando una red de vínculos materiales y espirituales que se superpone a la lógica unitaria del territorio —de las cuencas hidrográficas a los informes meteorológicos—, a la continuidad de las comunicaciones y al tráfico de ideas o emociones entre culturas contiguas. Sin embargo, la diferencia de tamaño físico y demográfico entre nuestros dos países genera recelos muy difíciles de disipar, y hace del vetusto iberismo decimonónico una herramienta poco apropiada para servir de brújula en los procesos de agregación contemporáneos.
Si, como afirma una encuesta reciente, un 28% de los portugueses y un 46% de los españoles son partidarios de ese matrimonio político, un porcentaje mayor prefiere mantener las relaciones conservando ambos la casa propia; si el Nobel Saramago aboga por la disolución de los dos estados en otro llamado Iberia, no puede olvidarse que el llamamiento proviene de un portugués casado con española y afincado en Canarias; y si el ministro de Obras Públicas portugués, Mario Lino, se dice «iberista convicto», la noticia es tan significativa como la posterior denuncia que lo acusa de un delito de lesa patria. Quizá tiene razón Mário Soares cuando juzga imposible «construir una federación ibérica», y acaso debamos conformarnos con lo que el catedrático Andrés de Blas llama «iberismo débil», centrado en incrementar las relaciones de todo tipo sin aspirar al «iberismo fuerte» de la unión política.
Hoy, la interconexión de las redes energéticas y las infraestructuras del transporte —con el reto de conjugar el sistema radial español con el axial portugués, y el desafío del AVE Madrid-Lisboa—, la penetración mutua de las organizaciones empresariales —con más de mil compañías españolas operando en Portugal, y 400 portuguesas en España— y la fertilización cruzada del ámbito social y cultural —desde el turismo a la promoción del idioma— dibujan un paisaje de integración creciente, que tiene como protagonistas a la banca, las eléctricas y las constructoras. Estas últimas, estimuladas por fusiones y adquisiciones, están ya poniendo las bases de un mercado único peninsular de obra pública que abarca desde los proyectos hidráulicos y ferroviarios hasta las autopistas y la promoción inmobiliaria, en una interpretación macroeconómica de la melodía micro de nuestra casa común.
Las veinticuatro casas que aquí se ofrecen, ecuánimemente repartidas entre España y Portugal, quieren ser una metáfora editorial de nuestra residencia compartida, en este finisterre peninsular de una Europa indecisa sobre su futuro. Precedidas por cuatro exploraciones artísticas de las promesas de felicidad y las pesadillas íntimas inscritas en el ámbito doméstico, orquestadas con la misma simetría, y seguidas por tres experimentos españoles y una admonición oracular del más grande arquitecto portugués, estas dos docenas de casas ibéricas proponen también un diálogo coral entre los usos y los hábitos, las ideas y las actitudes, los lenguajes y las formas. Si se escucha con atención, esta conversación plural y matizada deja un residuo en la retina de acuerdos sustanciales y discrepancias adjetivas: quizá los mimbres con que se teje la convivencia en el lugar común de esta casa nuestra.