A los pies de las montañas de Sierra Nevada y de Alfaguara, se sitúa la pequeña población granadina de Obéilar. Asentada sobre una de sus laderas, en una parcela inclinada que goza de las vistas de las cumbres y de un campo de olivos cercano, se emplaza la nueva vivienda. 

Una alargada alberca excavada sobre una plataforma se convierte en el centro de la composición. La lámina de agua de 16 x 1.75 metros, trazada siguiendo las sugerencias de las visuales y dispuesta en el terreno aprovechando la caída de la colina hacia el valle, organiza la distribución de los espacios de la casa. En su lado norte se alza un gran ventanal que, como si fuera un espejo, refleja el paisaje al interior de las estancias. El recurso del agua también es utilizado para crear diferentes sensaciones a lo largo del día y de las estaciones; en las jornadas de sol se convierte en una alfombra de luz, mientras que en las nubladas se torna oscura y profunda, transformando el ambiente con los cambios de luminosidad. El movimiento y las circulaciones también se vinculan a la alberca: en su interior, por ejemplo, una extraña sensación de estar suspendido se apodera del que nada hacia el horizonte; mientras que alrededor de ella, un recorrido en rampa conecta la plataforma principal con otra situada a menor altura perforada por ocho alcorques circulares donde crece una pequeña arboleda.

El deseo de aprehender el entorno se completa con la posición de las estancias seleccionando para cada una de ellas una panorámica a la que asomarse: el salón abre al pueblo, la cocina a la sierra, el dormitorio principal a la vega del río Genil y otro de ellos al olivar cercano.

Se construyen dos cuerpos independientes, separando las actividades de día —estar, comedor— de las nocturnas —dormitorios—, enlazados mediante una galería con una escalera que los comunica por debajo de la plataforma de la piscina. La pieza que acoge las alcobas cuenta con dos accesos independientes situados a diferentes cotas, lo que permite emplazar las estancias de los hijos en el nivel superior y configurar un pequeño apartamento independiente. El volumen que alberga el programa de día también posee una segunda planta en la que se aloja un estudio torreón.

La disposición de la casa en relación con el terreno y con el plano de agua, sumada a la multiplicidad de accesos, propicia que cualquier actividad que ocupe el espacio interior pueda tener relación inmediata con el exterior, permitiendo así un continuo intercambio entre ambos que genera una gran variedad de recorridos... [+]