La escultura se convierte en una herramienta, como sucede cuando se coloca una pequeña escala junto a un espécimen observado por un microscopio, ésta a primera vista parece invisible pero resulta reveladora de información. La posición de los muros descubre lo que falta y pasa inadvertido cuando se atraviesa el campo vacío. La simple llanura se transforma en una rica topografía. Con estas tres afirmaciones se define la escultura de Richard Serra conocida como Shift, en la que una serie de pequeños muros clavados en el suelo juegan con el terreno. En esta obra de arte se inspiró la vivienda ubicada en un valle en la región de Vieira do Minho al norte de Portugal. Todo el proceso de concepción de la casa comienza por el estudio del lugar sin el edificio, por la confrontación con el entorno natural profundizando en el dilema de cómo proyectar un espacio carente de referencias.

La voluntad de respetar la topografía local y de recorrer y disfrutar los 10.000 metros cuadrados de área disponible llevaron al diseño de una forma compacta ajustada a la escala del emplazamiento. Se diseña un alargado volumen rectangular semienterrado de casi 82 metros de longitud, con el extremo oeste enrasado con el suelo, mientras que el este se proyecta hacia el valle, hacia la sierra de Cabreira.

No existe un camino preciso para llegar a la vivienda; avanzando a través del prado aparece la casa como un objeto aislado al fondo del valle sin dejar que se adivine su verdadera forma. Se juega con el efecto sorpresa, el proyecto explora experiencias arquitectónicas generadas por medio de estímulos sensoriales. Así, en el interior todos los recorridos se desarrollan de espaldas a las montañas y sólo la sala de estar se abre al imponente panorama. Esta habitación se divide en dos por una cortina, para separar dos estancias una más íntima en torno a una chimenea y otra extrovertida abierta al paisaje. En el extremo opuesto de la vivienda se sitúan el comedor y la cocina, dejando entre ellos y el salón una estancia típica de las casas rurales de la región, un espacio central que por sus dimensiones y localización es generalmente un porche o un alpende con una estrecha relación con el exterior y que asume la función de núcleo central y de distribución de la casa. A éste abren dos vestíbulos que dan paso a dos baños y a cuatro dormitorios.

La residencia se realiza en hormigón que además de servir como elemento constructivo proporciona un acabado sobrio que contrasta con la diversidad cromática y de texturas de la naturaleza. Por dentro ese contraste se acentúa gracias al color neutro que reviste paredes y techos... [+]