El intenso ritmo de trabajo del cliente, un creativo publicitario que pasa la mayor parte de su tiempo viajando por los cinco continentes, alentó la construcción de una forma arquitectónica derivada de su singular forma de vida. El propietario, lejos de pretender contrarrestar las condiciones de su actividad laboral con las de su entorno doméstico, deseaba habitar un espacio dinámico y fluido donde la continuidad visual a través de las diferentes salas fuese un valor primordial del proyecto.
Los usos principales de la vivienda se extienden a lo largo de una lámina continua que a través de sucesivos pliegues genera las estancias. Esta sinuosa superficie se cuelga de un muro compuesto por dos hojas de hormigón, en cuyo interior se canalizan las circulaciones de la casa, y que se ancla al suelo mediante una zapata-cajón que aloja una habitación destinada a la danza y el baile, actividad que desempeña la pareja del cliente. Para evitar el vuelco de este muro se construye en el lado opuesto unas losas horizontales de hormigón entre las que se sitúan el garaje y un espacio de aseo. El orden programático dentro de la lámina ligera transita desde el uso más público, estar-comedor, hasta el dormitorio principal, pasando por el estudio. En el nivel superior se propicia una terraza que goza de una panorámica del perfil madrileño y desde donde se accede a un estrecho pilón de agua en el que poder hacer unos largos. Además, esta masa de agua hace las veces de lucernario de la hermética caja de circulaciones. Las estancias se abren buscando siempre orientarse hacia el paisaje urbano lejano, como ocurre en el dormitorio y en la sala de estar.
El proceso constructivo se ha desarrollado bajo un riguroso orden de perfiles de acero laminado transversales, anclados a las pantallas de hormigón, siendo pasantes a la segunda hoja del muro cuando las circulaciones así lo permiten. Estas vigas se envuelven con dos superficies, una exterior de cobre y otra interior de madera que nunca pierden la continuidad a lo largo de todo el volumen. El cobre exterior penetra en la casa como revestimiento de techo, y la madera interior sale a la calle cuando la condición de continuidad así lo determina. El cerramiento vertical frontal que delimita la sección se compone de doble hoja de vidrio moldeado U-glass, con un vinilo en el interior para el control solar. Los árboles envolverán con el tiempo la casa aunque nunca se podrá negar la fuerte presencia del nuevo volumen aparecido: ¿una concesión más al espectáculo arquitectónico? Quizás sea la vocación de una vivienda donde la arquitectura diluye sus límites con el mundo publicitario del usuario... [+]
Cliente Client
Rafael Antón
Arquitectos Architects
Javier Bernalte, José Luis León
Colaboradores Collaborators
Luis Carlos Peña, David Pecharromán; Arturo Bressel (aparejador quantity surveyor)
Contratista Contractor
Construcciones Singulares Osa
Fotos Photos
Ángel Baltanás; Bernalte & León