Casa de silicona, Madrid
Selgascano 

Casa de silicona, Madrid

Selgascano 


Le Corbusier quería que el, todavía hoy, patio vacío de La Tourette se poblara naturalmente con vegetación, viento y pájaros. En contraposición a esta idea nace el proyecto para una casa en la urbanización madrileña de La Florida, en el que es la naturaleza la que deja un hueco susceptible de ser poblado con algo artificial, con arquitectura, pero al igual que sucedía en La Tourette no se busca el camuflaje, ni la integración, ni una construcción orgánica, sino precisamente el contraste, es decir, que la vivienda se adapte por pura oposición.

El solar posee una ligera pendiente ocupada por encinas, olmos, fresnos, acacias, prunos, plátanos, pinos, aligustres y laureles, todos nacidos naturalmente. Cada uno de ellos se trata como un objeto precioso que debe de ser conservado, por lo que se mide cada una de sus copas y se colocan sobre el plano con el propósito de que no sufran ni el más mínimo rasguño. En este entorno la única opción que queda para desarrollar arquitectura es rellenar los intersticios sobrantes entre los árboles existentes. Se disponen dos plataformas que buscan elevar la vista por encima de la naturaleza, hacia poniente. Por debajo, el panorma lo ofrecen el arranque de las plantas y los árboles. Los dos planos, a los que se sube por una pequeña escalera-gárgola, se revisten con pavimentos blandos de goma reciclada y colchonetas de plástico, ofreciendo superficies cómodas en las que transcurrir la mayor parte de la jornada. Cada una es de un color y se sitúan a cotas diferentes para facilitar su acceso, correspondiendo a tiempos distintos de la casa, no siendo posible una sin la otra. Estas dos plataformas son el proyecto y la casa es un añadido bajo ellas. El espacio interior es el lugar residual que queda al finalizar el trabajo con lo que verdaderamente interesa: el espacio exterior. Bajo el plano azul, el de menor altura, situado a 0.95 metros sobre el suelo, se alojan semienterrados los dormitorios y servicios, mientras que cobijados bajo la superficie roja que se extiende a una cota de 1.77 metros se emplazan el salón, la cocina y el estudio.

Las semejanzas de la silueta final de la vivienda con un contorno zoomórfico o antropomórfico, incluyendo la situación de los lucernarios-miradores esféricos en lo que pudieran ser ojos y los demás lucernarios en una supuesta columna vertebral, no son más que casualidades.

El vacío remanente después de la construcción se rellena con árboles y plantas. Ahora la casa apenas se ve desde el exterior, y con el tiempo se irá viendo cada vez menos... [+]


Arquitectos Architects

José Selgas, Lucía Cano

Colaboradores Collaborators

José de Villar, Miguel San Millán, Lara Resco, Blas Antón; Isidro Fernández (aparejador quantity surveyor)

Consultores Consultants

José Romo/Fhecor (estructuras structures); JG (instalaciones mechanical engineering); Gilberto Ruiz Lopes (maqueta model)

Contratista Contractor

Santamaría-Ayuso

Fotos Photos

Roland Halbe