Casa Barreira Antunes, Grândola
Aires Mateus 

Casa Barreira Antunes, Grândola

Aires Mateus 


Alentejo, que en portugués significa ‘más allá del Tajo’, es la región que se extiende desde la ribera sur del río hasta llegar al Algarve. Enclavado en el litoral de esta región, a cien kilómetros al sur de Lisboa, se sitúa el municipio de Grândola, en una encrucijada de llanuras de pinos y faldas montañosas donde se extienden campos de olivos, alcornoques y girasoles. Estas tierras se encuentran salpicadas por viejas casas blancas de gruesos muros de piedra cubiertos con cal y pequeñas ventanas que introducen luz natural evitando, en la medida de lo posible, el calor derivado de una exposición prolongada. El espacio interior se distribuye concatenando estancias prescindiendo en la mayoría de los casos de pasillos. Otro elemento imprescindible suele ser el patio, un lugar protegido donde pasar el caluroso verano, aunque si las condiciones climáticas lo permiten, con frecuencia el espacio doméstico se extiende hasta la calle. El proyecto para la casa Barreira Antunes, vuelve la mirada nostálgica a estas construcciones con el propósito de capturar su esencia y rediseñar esta tipología.

La vivienda se inscribe dentro de un plan que comprende la construcción de cuatro residencias unifamiliares en torno a una piscina-alberca. Para esta casa se opta por una caja cuadrada totalmente opaca sólo abierta en dos de sus lados, a levante y a poniente, con dos huecos cubiertos por grandes portones correderos de madera que, además de servir de acceso, proporcionan un juego antagónico en el que la vivienda puede abrirse, convirtiéndose en una casa extrovertida en íntima relación con el paisaje, o cerrarse, enclaustrándose entre sus paredes.

Los gruesos muros de piedra portantes de las primitivas residencias se traducen aquí en una envolvente irregular de hasta dos metros de anchura que protege la sala de estar y el comedor situados a su vez en torno a un patio central; un espacio singular que en lugar de ser permeable a la casa se cierra en tres de sus lados, sólo dejando abierto el lado sur, con la misión de introducir luz natural además de servir como obstáculo a las miradas que pretendan atravesar la casa. No interesa la transparencia, el conjunto no debe comprenderse si no es recorriéndose. En el ‘muro perimetral’ se excavan las habitaciones y los baños, donde se repite el recurso de los patios lucernario, cuya misión es de nuevo, la de bañar las estancias con luz indirecta.

Se realiza una construcción tradicional con estructura de hormigón y muros de ladrillo revestidos con revoco blanco. La cubierta es de losa de hormigón con acabado de grava, y el suelo se reviste con baldosas de mármol... [+]


Cliente Client

A.Antunes

Arquitectos Architects

Manuel & Francisco Aires Mateus

Colaboradores Collaborators

Maria Rebelo Pinto, Patrícia Marques

Fotos Photos

DMFfotografía;

Fernando Guerra/FG+SG