¿Por qué no hablamos del conjunto de viviendas para mineros de Tharsis?

—Éste fue un proyecto hecho con cierta ingenuidad, pero que luego nos ha servido para otras obras. Ahora somos conscientes de que fue germinal; todo lo que había en él lo hemos utilizado luego en proyectos posteriores, (en las viviendas en Lisboa, en el centro de visitantes en Doñana e incluso en la estación de Basilea). Eso pasa con los trabajos pequeños; muchas veces son el origen de otros y permiten ensayar soluciones.

—Cuando vimos por primera vez estas viviendas nos quedamos bastante sorprendidos, sobre todo por la forma en que se utilizaba la cubierta inclinada. Es un proyecto que gana con el tiempo.

—También es interesante la planta general. Y la de la vivienda, que es muy simple. Una casa de 65 metros cuadrados no puede ser de muchas maneras, no te puedes permitir muchas habilidades. Sin embargo, la planta de conjunto es una planta más compleja, de directrices que no son ortogonales y que acabaran reapareciendo en otros proyectos.

—¿Hay algo de Tessenow?

—Tessenow es demasiado esencial. No, no es Tessenow; estas viviendas tienen más que ver con esos pliegues de la modernidad donde se refugia el confort, en palabras de Víctor Pérez Escolano.

—Tienen algo interesante por su concentración: lo enrasado, la esquina, una ventana.

—Todo esto es necesario para que la planta general funcione. La vivienda se orienta en una sola dirección, y esto hace que todas las casas estén buscando el punto de unión con el pueblo, o sea la plaza de entrada. Hay que entender que Tharsis no es un pueblo tradicional, sino más bien un asentamiento minero. No tiene una estructura clara; ha ido creciendo por barrios o por agrupaciones, a medida que la mina necesitaba ampliar el número de trabajadores. Eso permitió hacer algo muy autónomo formalmente, un proyecto con sus propias leyes.

¿Se podría decir que es una Siedlung bética?

—Sí, es una Siedlung en lo que tiene de colonia, y en lo que tiene de reivindicación de lo doméstico.

—En vuestro trabajo, cuando se trata de grandes estructuras existe una vocación explícita de ocultar todo lo posible los mecanismos constructivos; sin embargo, cuando se trata de construcciones más domésticas, la forma se corresponde con su estructura, y el funcionamiento explica muy claramente la forma de los objetos. ¿Es que en la escala menor no existe la ocultación?

—¡Es que si llamáis estructura a esto!... Esto no tiene estructura. Pones la escalera en el sentido de las viguetas y basta. Cuando hicimos el proyecto estaba terminándose la estación de Santa Justa, y se estaba construyendo el estadio de atletismo de la Comunidad de Madrid. Estas viviendas supusieron un divertimento; es un proyecto alegre, fresco y suelto, que con el tiempo se ha mostrado capaz de generar otros, tanto en planta como en sección.

Conversación de los autores con Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón.
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