Conjunto residencial en Carabanchel, Madrid
Cruz y Ortiz Arquitectos 

Conjunto residencial en Carabanchel, Madrid

Cruz y Ortiz Arquitectos 


Si hablamos de Carabanchel... ¿En general pensáis que vuestras viviendas suelen ser un ejercicio de realismo duro?

—En cierto sentido sí... De esta obra nos quedaríamos con dos cuestiones: la atención a lo doméstico y el tratamiento del perfil. Hay una tradición moderna que no está tan empeñada en el ascetismo, y que en cambio se lleva bien con el confort. Seguramente los nórdicos son los que mejor han conseguido materializar esa arquitectura de lo confortable. Cuando nosotros hemos hecho este tipo de viviendas siempre estábamos pensado en el confort como atributo de lo doméstico. En esta obra hay, además, otras cuestiones que ahora ya todo el mundo comparte, como es el hecho de privatizar lo público, mejorando la calidad de las viviendas. En aquel momento era una cosa profundamente reaccionaria —utilizando palabras de hace quince años—, pero hoy es algo común. Así se procura el cuidado de los espacios intermedios, porque si éstos se entregan a la comunidad de propietarios en lugar de al Ayuntamiento, acaban estando mejor conservados que la mayoría. A final se podría pensar que el proyecto está planteado tanto desde el bloque mismo como desde su yuxtaposición. El espacio entre cada dos bloques no era sólo una consecuencia, sino que estaba ya en el origen.

—Igual que antes hablábamos de la influencia de la arquitectura milanesa, es evidente también en otras obras la de Dudok o la de Oud.

—Todo esto tiene que ver con Holanda, con Dudok sobre todo, y con esa tradición más amable y menos militante de la modernidad. Por otra parte, también es interesante la idea de introducir el perfil en la vivienda social: el interior se mezcla con el exterior y produce el perfil, la silueta de la pieza.

—¿El perfil se consigue con la superposición de viviendas de diferente tamaño?

—Efectivamente, a partir de que hay varios tipos de viviendas conseguimos hacer un bloque suficientemente expresivo, y con el escalonamiento cada vivienda disfruta de una buena terraza.

—Es una vivienda extraña, con el cuarto de estar al fondo. Eso hace que la casa se recorra a lo largo, y el pasillo se convierta en algo misterioso.

—La casa está organizada de esa forma porque en aquel momento nos gustaba potenciar el pasillo, que tiene un metro veinte y es realmente muy ancho para los estándares del tipo. Pero estos pasillos permiten que ocurran muchas cosas: se almacenan cosas, juegan los niños y se convierte en un espacio vital de la vivienda; hasta no hace mucho tiempo incluso se ponía ahí el teléfono...

Conversación de los autores con Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón.
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Cliente Client
Instituto de la Vivienda de Madrid 

Arquitectos Architects
Antonio Cruz & Antonio Ortiz 

Colaborador Collaborator 
Carlos Ruiz de la Escalera (aparejador quantity surveyor

Contratista Contractor
Fomento de Obras y Construcciones 

Fotos Photos
Hisao Suzuki