Centro de Residuos, Vacarisses
Batlleiroig 


En una vertiente del macizo montañoso de Coll Cardús, en el municipio de Vacarisses, el Centro de Tratamiento de Residuos ocupa los terrenos donde previamente se extendían las instalaciones de un depósito controlado de residuos. El estado del antiguo depósito, al límite de agotar su capacidad, provocó que la entidad gestora de la instalación considerase necesario regular la clausura de la misma y estudiar los posibles usos futuros de la zona.

El Centro de Residuos minimiza su impacto sobre el entorno con una disposición adaptada a la pendiente, el uso de energía generada en las propias instalaciones y el mosaico vegetal que se extiende en su cubierta.

La restauración, en la medida de lo posible, de los valores ambientales de este emplazamiento fue una de las directrices del proyecto. Para la situación del CTR se tuvieron en cuenta criterios de idoneidad logística y económica, así como de minimización de la incidencia ambiental que comporta la instalación y explotación de las actividades relacionadas con la gestión de los residuos. La actividad del vertedero preexistente no había sido respetuosa con su entorno más inmediato, había provocado alteraciones del entorno natural y modificaciones de la topografía. Por esta razón, las instalaciones del nuevo Centro se localizan en las zonas donde la actividad del vertedero ya había deteriorado el entorno natural. Pese a la magnitud de las instalaciones del Centro, el proyecto busca la máxima integración paisajística con el entorno, mediante su adaptación topográfica y la posterior restauración de vegetación y paisaje para paliar el impacto de las cubiertas y fachadas.

El proyecto plantea la construcción de una gran cubierta bajo la cual se sitúan las dos grandes zonas de tratamiento. Éstas, separadas por el vial de acceso, tienen alturas diferentes y están asentadas sobre cotas distintas, lo que afecta a la geometría de la cubierta; esto, sumado a la variedad de requisitos que ha de albergar —como sistemas de ventilación forzada, claraboyas, etc.—, tiene como resultado una cubrición continua y compleja. El uso de una estructura gráfica exterior permite homogeneizar su geometría e impacto visual, convirtiéndola en una cubierta paisaje que crea un nuevo horizonte colorido entre las montañas circundantes. Los diferentes círculos contienen tierras, gravas y especies vegetales tapizantes propias de la región, que con el tiempo crecerán y equilibrarán el impacto de las instalaciones, sin caer en el camuflaje o la imitación.

Una gran cubierta continua se extiende sobre las instalaciones, localizadas a diferentes cotas, unificando el conjunto. Las jardineras circulares contienen gravas, tierras y especies autóctonas de la sierra de Coll Cardús.

El edificio se abastece de recursos recogidos y generados por las propias instalaciones del centro. El agua utilizada proviene mayoritariamente de la recogida de aguas fluviales y de las aguas de la depuradora, mientras que la energía se obtiene del biogás generado por los residuos que se encuentran en el depósito precedente de Coll Cardús.

Las claraboyas y sistemas de ventilación forzada se  exteriorizan bajo el mismo recurso gráfico que las jardineras. Esto, junto al empleo de materiales naturales en los taludes, comporta una mayor discreción del conjunto.


Cliente Client

Consorcio para la Gestión de los Residuos del Vallés Occidental

Arquitectos Architects

Enric Batlle, Joan Roig

Colaboradores Collaborators

Xavier Ramoneda, Mario Suñer

Consultores Consultants

IDEMA (ingeniería engineering)

Contratista Contractor

UTE CTR-Vallés (HERA, FCC, Urbaser)

Fotos Photos

Francisco Urrutia