Este centro educativo, que incluye una guardería y una escuela primaria, se ubica en el municipio de Paredes, en el norteño distrito portugués de Oporto. Las quince clases que lo componen se organizan junto al resto de espacios comunes para gestionar las circulaciones y los niveles de uso en función de la autonomía de los niños de cada nivel educativo. De esta manera, el colegio se conforma como un volumen longitudinal revestido de madera. Las fachadas de los lados largos son superficies lisas, en las que se puntea el mismo tipo de hueco vertical siguiendo una composición que transmite una aparente aleatoriedad. En oposición al relativo hermetismo ofrecido por estas fachadas, las de los lados cortos se abren a su entorno rural a través de grandes paños de vidrio, que intensifican la direccionalidad del volumen.

Como elemento singular del edificio, la cubierta sube y baja todo a lo largo del volumen, adoptando pendientes diferentes de manera juguetona, como si con este movimiento impulsivo tratara de representar la energía de los alumnos. Combinado con el movimiento de los huecos, el perfil del edificio se asemeja a los dibujos de los niños en lo que respecta a la falta de atención a las normas y convenciones que rigen los edificios de los adultos. Así, los niños pueden aquí sentirse a sus anchas, en un lugar que pertenece a su mundo de imaginación y juego.

En el interior, estos elementos externos tienen un impacto claro en el modelado de los espacios, cuya definición y atmósfera está completamente condicionada por la composición rítmica de los huecos y por las variaciones de pendiente de la cubierta. Esto favorece diferentes perspectivas y relaciones espaciales entre el interior y el exterior, así como diferentes experiencias sensoriales en cada espacio, sean éstos las aulas, los pasillos, o la pista deportiva.

Por último, y en lo que atañe al material del revestimiento exterior, la piel de tablas de madera ofrece una imagen uniforme del edificio, que sin embargo cambia dramáticamente a lo largo del día. Por encima, la cubierta se remata con paneles sándwich de un tono gris claro que combina bien con la calidez anaranjada de la madera. En cuanto al interior del edificio, son predominantes aquí ciertos elementos recurrentes, como el pavimento de vinilo, de gran resistencia, la iluminación suspendida, o el uso de tableros aglomerados lacados en blanco para la construcción de las taquillas que separan las aulas del pasillo y de las propias puertas a dichas aulas. Estos materiales contribuyen a la creación de un espacio de aprendizaje luminoso y ordenado que puede ser personalizado por los alumnos.


Cliente Client

Ayuntamiento de Paredes

Arquitectos Architects

Nuno Lacerda Lopes

Colaboradores Collaborators

Márcia Areal, Vanessa Tavares, Hélder Lopes, Augusto Rachão, Natália Rocha

Consultores Consultants

Central Projecto (estructura structure); AC + Cogen (climatización HVAC); IPC (instalación eléctrica electricity)

Contratista Contractor

MRG

Fotos Photos

Fernando Guerra