Situada en la ‘Zona de los cueros’, un barrio histórico de la ciudad portuguesa de Guimarães, este edificio destinado a albergar un centro de estudios de posgrado es el resultado de transformar una vieja fábrica de curtidos compuesta por edificaciones diversas organizadas en torno a un patio. Los criterios para llevar a cabo esta transformación han sido dos: por un lado, demoler todos los espacios sin valor construidos en las últimas décadas; por el otro, mantener la volumetría del conjunto, definida por cuerpos bajos, cubiertas bajas y voladizos y que forma parte del imaginario colectivo de la ciudad. Esta doble premisa se ha apoyado en el uso de un lenguaje contemporáneo y de materiales que dan cuenta del contexto: granito, madera y, en especial, el cobre, cuyas planchas, colocadas con junta engatillada, se sostienen mediante una subestructura metálica, y conforman una fachada ventilada ligera. Su acabado —hoy brillante; mañana patinado— dialoga con la característica luz del norte de Portugal.