La intervención se despliega en tres ámbitos. En primer lugar, el ala Sur añadida durante el siglo xix, que se elimina para dejar paso a un atrio en triple altura conectado directamente al nivel de la calle, aprovechando la cota inferior de la plataforma preexistente, lo que evita el uso de escalinatas de acceso. Revestido con una doble piel translúcida que cumple funciones bioclimáticas, el atrio asume el protagonismo de la fachada Sur, aglutinando el espacio de acogida y abriéndose a todas las circulaciones, de tal modo que los espacios expositivos quedan liberados de servidumbres.

El segundo ámbito de intervención corresponde a las mansardas decimonónicas, que se eliminan para aumentar la altura de la crujía y, de este modo, hacer sitio a una nueva sala expositiva dispuesta sobre el viejo Salón de Reinos y expresada al exterior en una galería vidriada que dialoga, por sus materiales y geometría, con el cuerpo inferior del atrio.

Finalmente, la intervención se extiende hasta el espacio público con el objetivo de procurar continuidad entre el interior y el exterior del edificio; un planteamiento que se traduce en la creación de una nueva plaza, abierta hacia el Mediodía y alfombrada con la solución pétrea existente ya en el entorno del Casón del Buen Retiro y el Edificio Villanueva...[+]