En una parcela paralela a la estructura de la ciudad, delimitada por dos vías perimetrales que definen una forma alargada, la Vaguada de las Llamas era un amplio espacio capaz de convertirse en un gran parque urbano. Su topografía es la típica de una vaguada, con fuertes desniveles entre sus límites y su punto más bajo recorrido por un torrente.

La propuesta contempla la creación de un Centro del Arte de los Jardines y de la Cultura del Paisaje Atlántico encaminado a representar la variedad, la riqueza del paisaje y la diversidad de la vegetación que se dan en el clima atlántico, así como su tradición en el diseño de parques y jardines.

La gran superficie disponible permitía proponer una estructura general con una idea unitaria y global para todo el ámbito, a partir de la cual ordenar diferentes jardines de tamaño y carácter variado, situados a lo largo de esta estructura superior que acabaría conformando el parque, así como edificios integrados en sus laderas y un gran espacio escénico capaz de albergar diferentes tipos de espectáculos. El proyecto pretende generar un lugar de atracción para la ciudad donde la naturaleza y la diversidad de expresión, a través del uso de la vegetación, son el gran atractivo, ofreciendo jardines y paisajes ricos y variados, con la posibilidad de dar cabida a soluciones diferentes.