El edificio se levanta sobre una extensa superficie de césped en una esquina del campus de la universidad regional de Ogaki, ciudad situada en la prefectura de Gifu, al oeste de Tokio. Concebida como una escuela de arte y diseño multimedia para artistas que emplean el ordenador como medio de trabajo, el centro alberga talleres, galerías de exposición y una residencia destinada al alojamiento de los estudiantes, con el fin de fomentar la convivencia y el intercambio de ideas entre ellos durante su corto periodo de estancia. Debido a la necesidad de disponer de espacios de gran altura para alojar los talleres y con la idea de evitar el impacto del volumen en el entorno, el edificio se entierra en el solar 1,8 metros respecto a la cota del terreno. A su vez, el plano de cubierta se curva ligeramente hasta tocarla superficie del suelo, describiendo una forma parabólica que permite acceder a la cubierta desde su punto medio a través de un único escalón. De este modo, la plataforma se convierte en una enorme plaza donde se localiza el acceso principal a todo el recinto y al mismo tiempo, se utiliza como área de exposiciones abierta al público sobre la que se disponen una serie de elementos metálicos de formas geométricas que protegen las escaleras delimitando el área de movimiento.

El programa se distribuye sobre una planta rectangular dividida en franjas paralelas rodeadas por una galería perimetral que permite la comunicación de todas las estancias entre sí. Desde la fachada este hacia la oeste se suceden una escalera de acceso —cuyo primer tramo se cubre con una estructura metálica de gran altura—; el amplio estudio con una pequeña habitación elevada que se utiliza para pruebas de sonido, un patio de luz, tres talleres que incluyen las habitaciones para los artistas invitados, una estrecha banda de servicios, otra escalera que ocupa la longitud total de la planta, y una zona de estar con los aseos alojados en un volumen curvo.

En los extremos del eje que atraviesa el patio se añaden un cuerpo trapezoidal en el norte que albergados talleres y una rampa destinada a carga y descarga de materiales en el frente sur. Finalmente, otra rampa situada fuera del perímetro que conforma la planta comunica la galería con el exterior. El pasillo perimetral actúa como colchón térmico y acústico para todas las estancias e introduce la luz natural a través de paños de vidrio que cierran su parte superior. La iluminación se complementa con tres franjas de cristal sobre la cubierta que se corresponden con las dos escaleras y el patio, donde se suceden tramos transparentes y translúcidos serigrafiados para tamizar la luz.