La casa Terasaki se sitúa en un área residencial de los suburbios de Tokio sobre un solar de forma alargada en el eje norte-sur, con un terraplén de unos 5 metros en el lindero norte que abre el emplazamiento hacia las espléndidas vistas sobre las construcciones inferiores y sobre un gran parque cercano lleno de vegetación. Por ello, se tomó la decisión de aprovechar y radicalizar esta característica en el proyecto para definir el carácter de una casa íntima pero totalmente abierta hacia su entorno.

Tras varios estudios, se concluyó repartir el programa en una sola planta con un patio interior. Los espacios domésticos se reparten sobre el solar con continuidad entre las habitaciones, el patio y los jardines exteriores del perímetro. El conjunto se unifica con una gran cubierta, formada por dos bandas alargadas que se van doblando y crean un contorno zigzagueante, por cuyos quiebros se introduce la luz hacia los interiores. El dormitorio principal, separado del resto de la casa para obtener más privacidad, se sitúa bajo rasante en el límite con el terraplén, abriéndose hacia éste con un gran ventanal que enmarca las vistas sobre el parque y el cielo y da continuidad al ambiente diáfano y abierto del resto de la casa.