Casa y estudio de arquitectura, Barcelona
Óscar Tusquets  Caries Díaz  

Casa y estudio de arquitectura, Barcelona

Óscar Tusquets  Caries Díaz  


La pretensión de tener un jardín y seguir viviendo en Barcelona resultaba difícil de complacer, sobre todo teniendo en cuenta las escasez de solares y la excesiva superficie de los pocos disponibles cuando, como en este caso, se trataba de un programa modesto. Sin embargo, al enfocar el área destinada a vivienda como la extensión de un edificio destinado a agrupar los cuatro estudios, hasta entonces dispersos, el proyecto adquirió viabilidad.

Una simetría de corte ‘palladiano’ impera en la vivienda, cuyas funciones compatibles se agrupan en el gran salón central. Ante el edificio se extienden el pequeño huerto y la acequia.

El precio del solar obligaba a agotar toda la edificación posible, por lo que el volumen venía prácticamente dado: un cubo de tres plantas situado en la parte alta, respetando la separación obligada de las lindes. No se planteaban dudas a la hora de situar en la planta baja la parte habitable. El contacto directo con el jardín hacía innecesaria la tentación de buscar vistas. La primera y la segunda planta albergan el núcleo del estudio, que gira en torno a un vacío de doble altura. Esta disposición permite el compromiso entre el espacio privado de cada arquitecto y el espacio comunitario requerido, que constituía una de las premisas del proyecto. En la planta sótano, además del garaje y algún servicio, se sitúa, en tomo a un patio de bambúes, el departamento de delineación y estructuras.

Secuencia de plantas 

La distribución de la planta baja es clara, sencilla y muy simétrica. Un gran salón central agrupa todas las funciones compatibles de la vivienda. La cocina, debido a la profesión de chef de la mujer del arquitecto, adquiere un protagonismo especial y se comunica con el salón a través de puertas correderas.

El huerto, del mismo tamaño que la casa, se sitúa frente a ella y tiene el carácter de un auténtico hortus conclusus, poblado por frutales, plantas aromáticas, hortalizas y verduras, ordenados en tomo a una acequia en la que, además, es posible bañarse. Si en la casa, declaradamente palladiana, se detectan huellas de Pompeya, Soane, la Secesión vienesa o el Modernismo catalán, en el huerto aparece el recuerdo del jardín romano y el árabe. La alberca negra muestra una clara admiración por los estanques de Granada y por la obra de Barragán. El suelo de este exterior, lleno de referencias arquitectónicas, es de albero traído especialmente de Sevilla.

El área destinada a vivienda se plantea como extensión del núcleo del estudio. La fachada principal de la casa expresa sin ambajes las referencias clásicas del proyecto. 

En torno al huerto y la casa se extiende un jardín en el que predominan los árboles de hoja perenne que, al crecer, crearán un fondo y una barrera de separación de las viviendas contiguas. El suelo es de granito disgregado rosa, hiedras y arbustos, sin la menor presencia de césped. En un murete de contención surge una fuente de terracota vidriada, obra conjunta del ceramista Antonio Cumella, el escultor Juan Bordes y el propio arquitecto. 


Cliente  Client
Tusquets, Díaz & Asociados, Óscar Tusquets.

Arquitectos  Architects
Óscar Tusquets & Caries Díaz.

Colaboradores  Collaborators
E. Tortajada (arquitecta directora / managing architect); E. Egozcue (interiores / interior design); M.A. Roger (aparejador / technical architect); B. Figueras (jardinería / landscaping); J. Bordes (escultura / sculpture).

Consultores  Consultants
Enríe Torrent (estructuras / structures); J. G. Asociados (instalaciones / equipment).

Contratistas  Contractors
R Vallpérez (vitrales / stained-glass windows); A. Cumella (cerámica / ceramics); J. Peraire (piedra artificial / artificial stonework); Vilarasan (cerrajería / locksmith work); L. Bru (mosaicos / mosaics); O. García (estucos / stuccowork); Xedex (albañilería / masonry).

Fotos  Photos
Alberto Piovano.