La renovación del Palau de la Música Catalana era prácticamente imposible contando con el viejo edificio del arquitecto modernista Lluís Doménech i Montaner. Cargado de tradición, se había ido adaptando malamente al paso del tiempo. Cargado también de un generoso ropaje fin de siglo, tanto exterior como interiormente, resultaba imposible modificarlo sin amputar sus gestos románticos o su decoración minuciosa. No obstante, la fórmula del taller de Tusquets permitió volver a pensar en utilizar esta peculiar sala en vez de organizar el traslado a un nuevo edificio. El rescate del viejo Palau se realiza desde su entorno, mediante una operación de cirugía sobre la vieja y compacta manzana, inscrita en un antiguo barrio ya seccionado en su día por la apertura de la vía Laietana. Como ejercicio de contexto, Tusquets mantiene la complejidad de la manzana, pero abriendo agujeros y vacíos en favor del Palau: aparece un nuevo acceso público sobre un viejo patio de luces, se recuperan los patios cegados por la falta de espacio útil. La pieza que suministra el espacio que falta es la iglesia de San Francisco de Paula. Su reducción, sustituyendo media nave por un nuevo ábside redondo, permite ampliar los servicios del Palau.

El problema de estilo que representa esta ampliación se resuelve con una superposición exacta de nuevos elementos, como el muro de vidrio o la nueva escalera que habilitan toda la planta para el público, o con la adición de una nueva arquitectura de ladrillo y ritmos verticales. Se adivina la trayectoria de Tusquets diseñando al principio con más contención y construyendo luego con más libertad. Parece como si la mezcla de rigor constructivo y anecdotario romántico de Doménech hubiera contagiado a Tusquets.

La iglesia se recompone con un espléndido desenfado; se trata de construir un edificio perfectamente inacabado. Si la iglesia es un remake clásico, el Palau es una adición de nuevo cuño, levantada sobre la casi inevitable traza cartesiana de Tusquets en la que esta vez se incluyen, quizá como concesión a Doménech, una serie de gestos redondos, ábside, linterna y torreón, que definen las nuevas fachadas del viejo Palau en el corazón de Barcelona... [+]