Las grandes infraestructuras construidas para la Expo de Lisboa han recuperado como sector de usos mixtos una antigua zona industrial junto a la desembocadura del río Tajo, dentro de la segunda fase de un plan urbanístico que concluirá en el año 2010. Junto al puente de Vasco de Gama, un conjunto de bloques residenciales —cuyos usos, alineaciones y alturas venían determinados por la normativa—, participará en esta transformación con un total de 135 viviendas de promoción privada. Buscando un perfil preciso capaz de ser identificado desde la distancia, la cubierta se pliega, ascendiendo para unificar la dispar volumetría prevista en el plan, compuesta por un pequeño cuerpo transversal de dos plantas de locales comerciales, un bloque lineal de cuatro alturas y una torre de ocho plantas. A esta configuración general en L —en la que las viviendas disfrutan siempre de doble orientación— se adosa una gran terraza ajardinada en la primera planta, que oculta el aparcamiento. El protagonismo de la silueta de conjunto en este nuevo horizonte urbano se subraya con unos alzados laterales deliberadamente planos y neutros, que contrastan con el juego plástico de luces y sombras que unos balcones corridos introducen en la fachada sur, abiertos a la panorámica del estuario y la ciudad...
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