Ganador del concurso celebrado en 2009 para construir 177 viviendas protegidas en Valdebebas —un desarrollo urbanístico al noreste de Madrid—, el proyecto se basa en diferentes principios.

En relación con el espacio público, trata de conjugar los espacios de relación privados de las viviendas con una consideración respecto a lo que pasa en el exterior de la manzana. Las viviendas se organizan dejando hacia el lado sur —una zona de oficinas— un espacio de atracción donde se pueden ubicar cafés, restaurantes... Un espacio representativo y vital en términos de intercambio de funciones, urbano y de gran potencial económico.

En relación con las orientaciones, predominan la este, la oeste y la sur. Las viviendas están dotadas de persianas graduables para evitar la incidencia directa del sol en verano, aprovechando sus ventajas energéticas en invierno. La disposición de los edificios permite que el interior de la parcela disponga de buen soleamiento. La eficiencia en la organización y la economía de medios son clave en la elección de los tipos. Así, la idea de minimizar los núcleos de comunicación vertical, o la concentración de los núcleos de instalaciones, posibilitando la movilidad y transformación libre del resto de los espacios en el futuro.

A las viviendas se accede desde el interior de la parcela ajardinada. Para ello, en la organización de los bloques se crean en planta baja pasos de una cierta dimensión que, además de asegurar la permeabilidad visual entre el interior de la parcela y las calles, permiten configurar unas ‘puertas’ de acceso al interior para, posteriormente, acceder a cada portal. Al no ser necesario el acceso a los portales desde el exterior, la continuidad de los bajos hace posible la adaptación a distintos usos futuros. Instalaciones de uso común —piscina, vestuarios…— completan el espacio interior de manzana ajardinado.

Los aspectos compositivos y constructivos están relacionados entre sí: la claridad en la organización de las plantas posibilita el recurso a un sistema prefabricado, al menos en la estructura. Igualmente, la repetición de elementos permite traerlos seriados de taller, con un bajo coste y una alta calidad. Todos los huecos son iguales, grandes y generosos, capaces de captar la luz, y ese sistema repetitivo hace posible la utilización de materiales y persianas graduables de alta calidad.

En cuanto a la imagen del edificio, su privilegiada situación en relación al acceso principal de Valdebebas hacía aconsejable la búsqueda del valor añadido capaz de aportarle un fuerte perfil arquitectónico que lo caracterice como algo especial.