113 viviendas sociales en Mendillorri, Pamplona
Francisco Mangado  Alfonso Alzugaray 

113 viviendas sociales en Mendillorri, Pamplona

Francisco Mangado  Alfonso Alzugaray 


El conjunto residencial de Mendillorri se creó hace diez años en el valle de Egüés para dar cabida a la demanda de vivienda social de la vecina Pamplona. En el tiempo transcurrido desde entonces —durante el que se han construido más de 5.000 viviendas— Mendillorri se ha convertido sin duda en uno de los barrios con mayor calidad de la capital, a cuyo término municipal ha terminado por pertenecer. Ensayo de muchas de las cuestiones urbanísticas que si bien en Europa eran habituales se percibían en el contexto local como una experiencia novedosa —vivienda en planta baja, circulaciones interiores peatonales y rodadas en el perímetro, equipamientos en el parque—, este barrio se ha consolidado como un espléndido lugar para vivir, con el que sus habitantes, en su mayoría jóvenes parejas, se sienten muy identificados.

Concluyendo el proceso de construcción del barrio se ha levantado, entre el gran parque central y una de las macromanzanas, un bloque lineal que da cabida a 113 viviendas de protección oficial. Ideado ya desde el planeamiento general como un volumen rotundo que respondiera a la escala del gran parque, el edificio responde asimismo a cada una de las secuencias urbanas —una plaza, la calle, el parque— que se suceden a lo largo de sus 190 metros de recorrido, transformando su configuración según sea preciso. Su dimensión poco habitual lo transforma en un bloque de dos caras, frontera entre el parque y el área edificada. Apoyado sobre un plano inclinado, el volumen se recorta en altura conforme cambia la pendiente para no perder su escala urbana, y es la continuidad de huecos, posible gracias a una repetición de la unidad de vivienda, la que mantiene la línea compositiva del conjunto. La planta baja es especialmente cambiante: en su papel más determinante recoge la caída del parque en gaviones de piedra rugosos, y a través de un espacio porticado lo vincula a la plaza. Donde la pendiente lo permite, sin embargo, alberga una serie de viviendas a las que se accede por medio de pequeños puentes que las conectan con el parque.

Las unidades de habitación de doble orientación se suceden con dormitorios hacia la calle y estancias vivideras al parque, con una sencillez en el diseño limitada, al igual el conjunto de la propuesta, por un presupuesto reducido. Sólo los extremos admiten desviaciones del modelo. El ritmo de los huecos, junto al enfoscado pintado y la chapa metálica en algunos puntos singulares, terminan de caracterizar esta gran pieza. Asumiendo como propios los valores del barrio, el volumen refleja la apuesta hecha por un urbanismo de calidad...[+]


Cliente Client
MRA S.L.

Arquitectos Architects 
Francisco José Mangado, Alfonso Alzugaray, Félix Chaverri 

Contratista Contractor
MRA S.L.

Fotos Photos
Roland Halbe