Inserto en un desarrollo urbanístico situado al este de la ciudad de Vitoria, este conjunto de vivienda social trata de racionalizar al máximo la ocupación urbanística. Las restricciones que impone este tipo de vivienda se combaten haciendo de la eficiencia el principio guía del proyecto, tanto a nivel de planimetría como de uso de materiales. La propuesta potencia dos elementos fundamentales en la ordenación, de un lado el espacio central de la parcela como espacio ajardinado de encuentro y por otro lado la torre, que adquiere por su condición de elemento exento y elevado un carácter singular en el entorno.

Tipológicamente se ha establecido un riguroso orden geométrico, de modo que la disposición de las habitaciones permita una fácil adaptación a las variaciones del programa familiar. Esta racionalización afecta al orden constructivo redundando en un ahorro de recursos económicos para mejorar la calidad material de la vivienda. La combinación de varios edificios suele convertir los puntos de contacto entre ellos en lugares de difícil articulación, por lo que en este caso se ha optado por convertirlos en lugares especiales. En ellos se ubican superficies pavimentadas con madera a modo de grandes terrazas que extienden el espacio interior.