El año 1992 fue realmente un año favorable para España, en el que los eventos celebrados confirmaron su creciente presencia económica y cultural en el mundo. En ese año se fundó también el estudio Mansilla+Tuñón Arquitectos, como Patricia Molins nos recuerda en su bien documentado libro sobre la pareja de arquitectos madrileños. Tras colaborar en el estudio de Rafael Moneo durante una década, M+T se dieron a conocer como despacho independiente con una obra notable: el Museo Arqueológico de Zamora. Acabado en 1996, el museo —tenso, intrincado y compacto— es un ejemplo de economía; enérgico aunque matizado. Con él se señalaba la irrupción de un dúo de talento que se movía a gusto en las líneas de su maestro, pero que demostraba tener ganas de llegar más allá. En este impresionante volumen, que recopila las obras construidas, los proyectos no realizados y muchos de los escritos críticos de la pareja, se da cumplida muestra del talento, la ascensión y la madurez alcanzados por Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón. El ensayo introductorio de la autora, ‘Sistemas expresivos’, describe el complejo, inquisitivo y exploratorio modo de hacer del estudio. El revelador texto rastrea las diversas fases de la evolución de los arquitectos, sus palabras clave y sus investigaciones tectónicas, ofreciendo un convincente retrato de un despacho que además muestra una vertiente crítica. Empezando por el museo a orillas del Duero con el que debutaron, pasando por el magistral MUSAC de León —reciente ganador del premio Mies van der Rohe— y terminando en la sorprendente Fundación Barrié de la Maza en Vigo, llegamos a comprender que M+T siguen empeñados en materializar su convicción de que la arquitectura «es una forma de conocer el mundo y redescribirlo». Como añade perspicazmente Molins, tal convicción es un medio para cuestionar y mejorar cualquier condición dada.
Molins relata en detalle la carrera profesional de M+T, situándola en la fértil tradición española y europea, a la vez que retrata a los arquitectos como intrépidos maestros de obra, para los que la investigación, el debate y la construcción son las herramientas de la arquitectura. El estudio se encuentra, por tanto, inmerso en la práctica de la arquitectura como empresa cultural en la que para cualquier proyecto es necesario un profundo conocimiento de las obras clásicas, modernas y contemporáneas. Esa inmersión, por otra parte, no se limita a la arquitectura sino que se extiende también a los lugares y ciudades donde los arquitectos trabajan, así como a importantes obras de arte y literatura contemporáneas. Para M+T cada proyecto es una oportunidad cultural de vastas e íntimas dimensiones. Debido a ese fenómeno, leer este libro es un auténtico placer, pues nos lleva a descubrir el irresistible gusto por hacer arquitectura que caracteriza a Mansilla y Tuñón.