Por una de esas coincidencias del destino, la misma semana de la primavera de 1996 en que Rafael Moneo era galardonado con el premio Prizker en Los Ángeles, recibía también el encargo de diseñar la catedral de la ciudad. Al pronunciar su discurso de aceptación del premio en el Centro Getty, por entonces todavía en construcción según el proyecto de Richard Meier, Moneo reflexionó sobre el significado de tal coincidencia. El círculo de aquel singular momento de celebración se ha cerrado ya con la consagración, el pasado mes de septiembre y ante un público expectante y lleno de fe, de la impresionante catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles; y el momento no habría podido ser mejor para la Iglesia Católica norteamericana, que ha convertido la catedral en un símbolo de resistencia para aquellos cuya fe se ha visto afectada por una reciente espiral de escándalos. La admirable construcción de la catedral transmite sensación de fortaleza y de permanencia, recordándonos que la fe milenaria es siempre fuente de esperanza, especialmente en los tiempos de crisis...[+]