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Próxima generación. Ha pasado casi una década desde el número dedicado a la producción arquitectónica de los estudios españoles más jóvenes; la generación que despuntaba en aquel ‘Sangre fresca’ se ha confirmado como referencia de la que ahora inicia su andadura profesional con mayores facilidades de promoción mediática, pero más dificultades para conseguir encargos. La generación intermedia, repartida por todo el país, está dando ya frutos construidos. Con similar criterio al seguido entonces —obras inéditas de menores de cuarenta años— se han seleccionado doce trayectorias emergentes.
Sumario
Adela García -Herrera
Especie protegida
Doce biografías prometedoras
Aranea/AV62
Blanco y Colón/Á. Borrego
Calderón y Folch/I. Chinchilla
E. Díaz/Dosmasuno
Kauh/Orts y Trullenque
Saeta/Á. Verdasco
Tema de portada
Doce obras frescas. Se presentan las realizaciones recientes de doce equipos jóvenes: González, Perera y Yanes firman una escuela de artes escénicas abierta a un barranco; Mariezcurrena, Mongay y Morrás, una biblioteca como telón de fondo de una plaza; Barrutia, González y Jaramillo, y Parga y Otegui, sendos pabellones polideportivos escolares; Sabin y Blanco, un campo de fútbol en un entorno rural; Xavier Claramunt, un concesionario de chapa al borde de una autopista; Daniel Jiménez, una bodega de cobre; Guzmán, Jaque y Krahe, una casa para religiosos jubilados; Fernández y Redondo, una residencia de ancianos con estructura de puente; Llorente, Pérez y Sánchez, un bloque de viviendas en piedra blanca; Elisa Valero, una casa entre medianeras con mirador abstracto; y Enrique Ruiz-Geli, un experimento doméstico de hormigón.
Arquitectura
Escuela, Santa Cruz de Tenerife
Biblioteca pública, Pamplona
Polideportivo, Alcalá de Henares
Polideportivo, Santander
Campo de fútbol, Coirós
Concesionario, Sabadell
Bodega, Trujillo
Casa Sacerdotal, Plasencia
Residencia, Villar del Buey
Viviendas, Guadalajara
Vivienda unifamiliar, Granada
Villa Nurbs, Empuriabrava
Argumentos y reseñas
Despedida a dos grandes. Nos han dejado Philip Johnson, el maestro infiel que sancionó desde el Estilo Internacional hasta el Deconstructivismo, y Asís Cabrero, el asceta apegado a los ideales del Movimiento Moderno.
Arte / Cultura
Luis Fernández-Galiano
Philip Johnson, ‘Time Out’
Iñaki Bergera
Cabrero ‘in memoriam’
Centenarios ideológicos. Se cumplen cien años de los nacimientos de Albert Speer y Juan O’Gorman, encarnaciones respectivas de las aspiraciones del nacionalsocialismo alemán y del comunismo de la Revolución Mexicana.Luis Fernández-Galiano
Speer a la sombra de Hitler
Fernanda Canales
El México de O’GormanFenómenos urbanos. Varias publicaciones recientes analizan el crecimiento explosivo de las ciudades y reflexionan sobre las consecuencias de la economía global, que fuerza la competencia entre ellas y su ‘tematización’.Historietas de Focho
Francisco Mangado
Autores varios
Libros
Últimos proyectos
Lujo en Tokio. Omotesando, la avenida que simboliza el consumismo de marcas nipón, es el escenario de las últimas inauguraciones de ‘edificios insignia’ de las principales casas de moda europeas. Toyo Ito envuelve en un ramaje de hormigón la sede de Tod’s, SANAA viste de vidrio y ondas acrílicas la de Dior, y Jun Aoki apila espacios forrados de malla metálica para Louis Vuitton.
Técnica / Diseño
Toyo Ito
Tienda para Tod’s
SANAA (Sejima y Nishizawa)
Tienda para Dior
Jun Aoki
Tienda para Louis Vuitton
Para terminar, una reflexión sobre la influencia de las herramientas digitales en los sistemas de representación gráfica. Los programas de CAD más habituales realizan perspectivas cónicas con gran facilidad, lo que ha generado la proliferación de vistas arquitectónicas hiperrealistas. La axonométrica, por el contrario, se ha adueñado de los juegos de simulación.Productos
Construmat 2005
Resumen en inglés
Próxima generación
Fernando Valderrama
Dios ve en axonométrica
Luis Fernández-Galiano
Próxima generación
Al doblar el cabo del centenar de números, parece más oportuno mirar hacia delante que cartografiar el terreno recorrido. Transcurrida casi una década desde el primer dossier de Arquitectura Viva sobre los españoles más jóvenes (‘Sangre fresca’, que apareció en 1996), y cumplidas ya dos desde que el proyecto AV se iniciase en 1985, volver a sumergirse en lo que dibujan y construyen las últimas generaciones evita el riesgo de la autocelebración complaciente y melancólica, pero a su vez no oculta una cierta voluntad de rejuvenecimiento artificioso mediante la transfusión del copioso caudal de imágenes insólitas que se destila en los alambiques de un enjambre de laboratorios juveniles.
Este flujo vital circula tan torrencialmente que hace difícil destacar un par de docenas de trayectorias y obras sin incurrir en omisiones múltiples y decisiones arbitrarias, un riesgo cierto que aquí se ha procurado paliar con el doble criterio de la dispersión geográfica y la condición de inéditos en la propia revista. Por desgracia, esa última limitación editorial excluye muchos despachos que han venido a emerger en el tiempo transcurrido desde nuestra recopilación de 1996, y el artículo introductorio de Adela García-Herrera procura remediar la obligada ausencia de tantos con un collage de menciones que recorren de forma impresionista el panorama coral de la arquitectura joven en España.
La abundancia y el atractivo de los proyectos no deben sin embargo ocultar las dificultades extremas a que se enfrentan los primeros pasos en el ejercicio profesional autónomo, que sigue siendo todavía el modelo mítico de referencia en las escuelas y en las publicaciones. Cristalizado en torno a un concepto romántico de autoría, y alimentado por un cóctel de individualismo bohemio tradicional y marketing mediático contemporáneo, el esfuerzo por obtener el reconocimiento de un nombre o una marca exige una testaruda disciplina y no pocos sacrificios personales o familiares, que a menudo se alivian paradójicamente a través de la agrupación en equipos más numerosos cuanto más jóvenes.
Aunque la brillantez gráfica no excluye la verosimilitud constructiva, la naturaleza del sistema de concursos y lo abigarrado del panorama de los candidatos al éxito conduce implacablemente a los nuevos arquitectos a la persecución obstinada de la originalidad, imprescindible para llamar la atención sobre sus proyectos, pero fuente asimismo de unos riesgos técnicos y económicos que sólo los clientes públicos suelen estar en condiciones de asumir. Este desafío a las viejas cautelas de la continuidad, hecho posible por la efervescencia económica que impulsa la burbuja inmobiliaria, dibuja un futuro de perfiles inciertos, pero un futuro también que únicamente puede ser modelado por ese turbión de arquitectos que hemos presentado como la próxima generación.