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Portugal panorámico. Más allá del conocido binomio Siza-Souto de Moura y del eje Oporto-Lisboa, el panorama luso se hace más complejo con la entrada en escena de jóvenes profesionales y con la ampliación de las posibilidades de construir por todo el país. Junto a las dotaciones culturales y la vivienda, fuentes principales de encargo, episodios excepcionales como el que ha supuesto el diseño y la ejecución de la nueva red del metro de Oporto dan cuenta de un momento afortunado que se caracteriza por la fluidez del diálogo intergeneracional: las nuevas realidades urbanas, el futuro del paisaje y la dimensión social de la arquitectura son preocupaciones compartidas.
Sumario
Nuno Grande
Generaciones en red
Las infraestructuras culturales
Jorge Figueira
Encontrar casa
Un panorama residencial
Cannatà y Fernandes
Territorio compartido
El nuevo metro de Oporto
Tema de portada
Un paisaje plural. Inmersos en parajes naturales y dejándose invadir por ellos se presentan la Casa das Mudas en Calheta y el cementerio de Estrela. A partir de la intimidad cómplice con el patrimonio surgen los centros de arte de Sines y Coimbra. Haciendo del rigor geométrico herramienta de definición de usos poco habituales aparecen el Acuario de Mora y el Centro de Sangre de Oporto. Con el objetivo de regenerar la imagen de sus entornos se configuran los teatros de Guarda y Cartaxo. Inoculando en la sustancia del presente esencias del pasado se revitaliza un trozo de ciudad en Ponte de Lima y se recupera un conjunto fabril en Lisboa. Finalmente, la composición modular y la producción seriada favorecen la identificación entre tipo y programa en la residencia estudiantil de Coimbra y en las naves industriales de Palmela.
Arquitectura
Paulo David
Pacheco y Clément
Aires Mateus
João Mendes Ribeiro
Promontório
ARX Portugal
Carlos Veloso
Veríssimo y Burnay
João Álvaro Rocha
Inês Lobo
Dias y Antunes
Guedes y Campos
Argumentos y reseñas
Renacimientos modernos. La inauguración de la iglesia de Firminy, obra póstuma de Le Corbusier, y las exposiciones de Albini, Gardella y Mollino inducen a continuar descubriendo el gran legado de la modernidad.
Arte / Cultura
François Chaslin
Firminy: Le Corbusier póstumo
Richard Ingersoll
Albini, Gardella y Mollino
Oficina universal. Un libro analiza la aportación de SOM a la arquitectura de la segunda mitad del siglo xx; y un ensayo contempla su trayectoria a la luz de las transformaciones políticas y económicas del planeta.Francesco Dal Co
SOM desde 1936
P. Hernáiz y J. Oliver
Una marca globalLos principios de Peter. La publicación de la tesis doctoral de Eisenman sobre la base formal de la arquitectura moderna y la edición coincidente de su obra completa permiten explorar las premisas conceptuales de sus proyectos.Historietas de Focho
Eduardo Arroyo
Autores varios
Libros
Últimos proyectos
Coliseos modernos. Dos grandes teatros del espectáculo deportivo, para dos ciudades separadas por miles de kilómetros y un océano, vuelven a ensayar la arcaica tipología del coliseo. Un volumen plateado con forma de cactus de barril crece en la desértica planicie de Glendale, y un campo futurista eleva sus expresivas ‘antenas de crustáceo’ sobre la curtida estepa castellana.
Técnica / Diseño
Peter Eisenman
Despliegue de plata
Estadio Arizona Cardinals
Francisco Mangado
Juego limpio
Estadio del Palencia FC
Para terminar, la nueva era digital nos brinda una segunda vida en la que probar suerte y explorar alternativas. Second Life es ya una considerable comunidad virtual —30.000 en hora punta— que se carga en los ordenadores de la empresa Linden Lab de San Francisco. En este voluntario Matrix, destinado a convertirse en fenómeno global, la arquitectura digital es un pleonasmo.Productos
Informática, diseño, premios
Resumen en inglés
Portugal panorámico
Fernando Valderrama
Una segunda vida
Luis Fernández-Galiano
Portugal panorámico
Este número es una deuda largamente aplazada. La revista AV dedicó una monografía a Álvaro Siza en 1993, y al año siguiente otra al conjunto de la escena portuguesa, mientras Arquitectura Viva hizo a Portugal tema de portada en 1998. Desde esta fecha la actualidad del país vecino se ha tratado sólo de forma dispersa, así que ya venía siendo hora de reflejar en un número la formidable calidad de un panorama arquitectónico tan plural como cambiante. Lo mismo que en España, en Portugal la tradición moderna no comienza con la Revolución de los Claveles y la democracia, pero nuestra propia corta vida editorial ha acotado la labor de registro a este periodo, y muy singularmente a las dos décadas más recientes.
El AV de Siza glosaba su obra desde los inicios en Matosinhos en los sesenta, y daba cuenta de su compromiso con la revolución de 1974, pero sobre todo recogía los proyectos concebidos a partir de 1984, cuando su Bonjour tristesse de la Alt IBA berlinesa lo convirtió en una figura internacional; igualmente, el AV ‘Portugueses’ se iniciaba con la crónica de veinte años de arquitectura en libertad, pero lo publicado eran obras recientes proyectadas por estudios de Oporto o Lisboa, extendiendo el interés suscitado por la escuela aglutinada en torno a Távora, Siza y Souto de Moura hacia el paisaje variado de la capital, una tendencia confirmada por el número de Arquitectura Viva con la rúbrica de ambas ciudades.
Tras el ingreso en la Unión Europea en 1986 —al mismo tiempo que España—, los noventa vieron el esplendor de Portugal, con el premio Pritzker de Siza en 1992, la culminación del Centro Cultural de Belém en 1993, a tiempo para la capitalidad cultural de Lisboa en 1994, y la Lisbon Story de Wim Wenders en 1995, creando una sensación de euforia que se extendería hasta la Expo lisboeta de 1998 y la adopción del euro en 1999. Pero a partir de esta fecha las cosas se torcieron, la disciplina económica se relajó y el país entró en una etapa de estancamiento más dolorosa por más inesperada, ya que no afectó a España de igual modo, interrumpiéndose un trayecto común de regeneración política y material.
La capitalidad cultural de Oporto en 2001 pasó casi sin pena ni gloria, y hasta la Casa da Música que debía marcar la efemérides se retrasó cuatro años, terminándose incluso después que los estadios de la Eurocopa 2004, un evento que siguió a la desmoralización social causada por el escándalo de la Casa Pia. Entre 2002 y 2006, Portugal ha crecido a un 0,5% anual, 2,5 puntos por debajo de España, su principal socio comercial, con un importante déficit tanto en las cuentas públicas como en la balanza de pagos, una baja competitividad que acusa la hipertrofia del sector público y el elevado fracaso escolar, y una crisis inmobiliaria que, sumada al actual recorte de la inversión, afecta marcadamente a los arquitectos.
Pero el espíritu de reforma con que han llegado al poder tanto los socialistas de José Sócrates que ganaron las legislativas de 2005 como el presidente conservador Aníbal Cavaco Silva —que ya dirigió el gobierno entre 1985 y 1995—, elegido en 2006, dibuja un futuro de recuperación económica y social que está mostrando sus primeros frutos. La persistente saudade de este país atlántico, agraciado con un patrimonio urbano y paisajístico de excepcional singularidad y belleza, habrá acaso de refugiarse en la poesía del fado o la música de Madredeus, un grupo que como AV/Arquitectura Viva nació en 1985, y que como las democracias lusa y española llega a la edad adulta con tantos logros como riesgos.