Este recinto cultural se levanta en el lugar que ocupaban, entre otras construcciones, un cine y un teatro. Se trata de un emplazamiento excepcional por su accesibilidad, tanto para ciudadanos como para turistas, porque coincide con el inicio del camino medieval que abre la ciudad a la bahía, y con la calle que separa la ciudad histórica de la moderna. Estas circunstancias, junto con la necesidad de acomodar distintos usos y la demanda de visibilidad por parte de los promotores municipales, son los puntos de partida del proyecto.

Ocupando todo el espacio disponible en la parcela, la arquitectura del Centro de Arte asume una dimensión monumental. Su escala se vincula a la del centro histórico y su imagen se inspira en el perfil almenado y los huecos estrechos de las murallas del famoso castillo de la localidad, construido en la primera mitad del siglo XV y donde se cree que vino al mundo Vasco de Gama.

Hacia la parte moderna de la ciudad se construye un frente opaco de piedra caliza, mientras que en las fachadas que dan al casco antiguo unos ventanales corridos llevan el bullicio de la calle al interior del edificio, garantizando la transparencia entre las actividades culturales y la vida cotidiana. La luz natural que también penetra en el interior se refleja en los paramentos blancos y en el suelo, revestido de mármol del mismo color.

Sobre los 9.000 metros cuadrados que ocupa el complejo se distribuyen dos áreas de exposiciones, un auditorio para 200 personas, una biblioteca y los archivos municipales de Sines. En las plantas superiores, los cuatro módulos en los que se reparte el programa se disponen en franjas paralelas a la calle, con patios intercalados. Por otro lado, los forjados se suspenden de una estructura en forma de puente que se apoya sólo en los muros perimetrales. Este sistema permite una configuración espacial en las plantas de sótano que se adapta a las dimensiones de las áreas comunes y que, en el nivel de acceso, garantiza la permeabilidad visual hacia el interior del centro... [+]