Funchal, capital de Madeira, posee una estructura museológica constituida por pequeños recintos expositivos enlazados en un itinerario que permite leer su evolución histórica. No obstante, carece de un espacio dedicado a manifestaciones artísticas recientes y al fomento de las mismas. Con objeto de impulsar la actividad cultural en la isla y dinamizar el circuito citado, la Vicepresidencia del Gobierno Regional convocó un concurso para construir un museo de arte contemporáneo que ampliara el programa del centro cultural Casa das Mudas, situado en el municipio de Calheta, sobre la costa suroeste. El proyecto ganador en aquella convocatoria se erige hoy discreto junto a la casa en lo alto de un monte escasamente colonizado que se precipita abruptamente sobre el mar. Orientado según un eje norte-sur, el edificio se inspira en la masa montañosa circundante y se configura como un conjunto de tallas pétreas, de geometría esencial y volumen contenido, que se camufla entre las construcciones aledañas.

En el exterior, paramentos neutros de basalto, piedra local muy abundante, y pavimentos apagados encauzan las vistas hacia el horizonte bajo la espectacular presencia del cielo insular. Sobre la cubierta, la perspectiva se despeja; una vasta plataforma horizontal, igualmente esculpida y parcialmente ajardinada, se convierte en belvedere del pueblo y del mar, al tiempo que proporciona luz a los espacios inferiores a través los lucernarios y patios que se abren en su superficie. En el interior, tiras enfiladas de fluorescentes refuerzan la iluminación natural y cosen falsos techos y tabiques unificando los distintos ámbitos con un carácter escenográfico.

En cuanto a la distribución, los usos compatibles se agrupan en sectores que pueden funcionar independientemente. Con un total de 12.000 metros cuadrados, el programa consta de tres salas de exposiciones, distribuidas en dos plantas y con alturas diferentes para acoger muestras de formatos diversos; un auditorio de unas 240 localidades (que admite desde celebraciones de congresos a representaciones de teatro o danza) equipado con camerinos, cabinas de proyección y de traducción simultánea; una biblioteca, extendida sobre tres plantas abiertas y escalonadas, que cuenta con espacios de lectura, una sala multimedia y un depósito de libros; un restauran-te (de 48 plazas) localizado en la rótula del complejo, con acceso franco y autónomo, que se prolonga sobre una explanada exterior de superficie análoga y vistas panorámicas; un con-junto de talleres destinados a actividades pedagógicas; una tienda, estratégicamente situada al final del recorrido de las exposiciones; y la Casa das Mudas, donde se aloja la dirección y la administración, con la que el nuevo centro conecta a través de una serie de plataformas escalonadas, en clara alusión a uno de los tratamientos paisajísticos más habituales de las laderas de la isla. Completa el repertorio de usos un aparcamiento subterráneo de 92 plazas distribuido en dos niveles... [+]