A poco más de 25 kilómetros al sur de Lisboa se encuentra la localidad de Palmela, cuyo nombre se encuentra inevitablemente asociado al de AutoEuropa, una gran planta industrial de Volkswagen. El proyecto de dos naves dedicadas a la fabricación de piezas para automóviles, Inapal Plásticos e Inapal Metal, se desarrolla asumiendo la competición feroz del sector al que se destina y su posible adaptación a la evolución del mismo.

La unidad industrial Inapal Plásticos se compone de tres sectores unificados bajo un manto metálico que oculta las diferencias volumétricas derivadas del programa: el primer núcleo consta de dos naves con distintas secciones de producción; el segundo alberga, en un par de plantas, una zona social y otra técnica; y el tercero se ubica en un edificio de instalaciones autónomo. Una infraestructura viaria periférica a este contenedor se convierte en columna vertebral de todo el proceso productivo: flujo de materias primas, expedición de mercancías y accesos a las distintas secciones. Por otra parte, la modulación estructural, según un patrón de 7x7 metros, el empleo de materiales prefabricados y la normalización constructiva mediante detalles tipo permiten solventar simultáneamente los condicionantes urbanísticos, de costes y plazos, así como salvaguardar el concepto formal del edificio, cuya configuración abierta es capaz de aceptar futuros cambios en el equipamiento industrial. Si las fachadas ondulantes, revestidas de chapa metálica, y un gran hueco de policarbonato en el frente principal proporcionan a la nave su imagen exterior, un generoso patio-jardín orquesta en el interior la transición entre la zona productiva y el resto de espacios.

Construida un año después que Inapal Plásticos, la unidad industrial de Inapal Metal consta de dos núcleos aparentemente independientes y de la misma altura: uno, con dos naves y un gran puente grúa sobre las secciones de producción y expedición; y otro, de dos plantas, con las áreas técnica y social del programa. En continuidad con el ejercicio de homogeneización de la nave anterior (de la que ésta hereda la modulación estructural y la racionalización constructiva), la envolvente se resuelve con chapa metálica tratada de maneras diversas para, en función de la orientación de la fachada sobre la que se emplee o el uso del espacio que limite, singularizar y unificar al mismo tiempo el conjunto. De este modo, por ejemplo, se emplea calada, en forma de nido de abeja, cuando es necesario iluminar, proporcionar sombra o ventilar; y plegada en planchas continuas cuando es preciso revestir. Con todo, la imagen final remite al universo formal curvilíneo del diseño automovilístico... [+]