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Madrid en obras. En poco más de una década, todo el territorio que comprende el término municipal de la capital española estará totalmente colmatado: el crecimiento de la ciudad, espectacular en los últimos años, se ha desbocado, espoleado por su músculo económico, por la ampliación y mejora de sus redes de infraestructuras y por la avidez de sus operadores inmobiliarios. Pero en el horizonte caótico de esta gran metrópolis aparece la candidatura a los Juegos Olímpicos de 2012 como una promesa optimista de regeneración, una última oportunidad de reequilibrar su maltrecho ecosistema urbano y una ocasión única para la arquitectura de autor con marchamo internacional..
Sumario
RicardoAroca
Abrir Madrid al mar
Eduardo Mangada
‘Blow-up’ Madrid
Pedro Ortiz
Madrid cualitativo
Iñaki Ábalos
Voz para el verde
Enrique Sobejano
Extrañeza y pragmatismo
Tema de portada
36+2 proyectos. Cinco museos de Moneo, Bopbaa, Herzog & de Meuron, Nouvel y Mansilla & Tuñón, y tres teatros de Paredes & Pedrosa, Navarro Baldeweg y Vicens & Ramos; tres canchas de Perrault, Cruz & Ortiz y Medina, y una pista de Bayón; doce propuestas residenciales de MVRDV, Carrilho da Graça, Burgos & Garrido, Frechilla & Peláez, Chipperfield, Sancho & Madridejos, Aranguren & Gallegos, Morphosis, Matos & M. Castillo, Arets, Paredes & Pedrosa y Espegel; cuatro torres de Pei, Cobb & Freed, Rubio & Álvarez Sala, Foster y Pelli, y dos sedes administrativas de Siza & Hernández León y Cano Pintos; tres intervenciones urbanas de Siza, Mangado y Bofill, y tres parques de Bofill, Junquera & Obal y Toyo Ito. El recorrido culmina con dos grandes infraestructuras: Metrosur y la ampliación de Barajas, de Rogers & Lamela.
Arquitectura
Aforo cultural. Museos y teatros
Grandes concentraciones. Deporte con espectáculo
Sociales y de autor. Nuevos modelos residenciales
Domilicios corporativos. Las sedes laborales
A vista de pájaro. Paisajes urbanos
Salidas y llegadas. Los ejes del transporte
Argumentos y reseñas
Magisterios vitales. Las biografías del danés Jørn Utzon, galardonado con el premio Pritzker 2003, y del británico Peter Smithson, recientemente fallecido, confluyen en su fértil enfoque crítico de la modernidad canónica.
Arte / Cultura
Françoise Fromonot
Utzon obtiene el Pritzker
Kenneth Frampton
Peter Smithson, in memóriam
Actitudes frente al arte. Jorge Oteiza, cuyo legado exhibe su fundación en Navarra tras la muerte del artista, y Alexander Calder, con una gran retrospectiva en Bilbao y Madrid, representan talantes creativos antagónicos. Javier San Martín
Jorge Oteiza, 1908-2003
Juan Antonio Ramírez
Calder en el Guggenheim BilbaoActos de recapitulación. El alojamiento mínimo de la modernidad heroica y algunos capítulos de la vivienda madrileña del siglo xx suscitan nostalgia al adentrarse en el xxi, prolijo hasta ahora en revisiones historiográficas.
Historietas de Focho
Ábalos y Herreros
Autores varios
Libros
Últimos proyectos
Capital, público y privado. El panorama edificatorio del futuro próximo se anticipa con cuatro realizaciones de promoción pública y otras tantas de iniciativa privada: el primer grupo consta de un hospital de Moneo, un recinto multiusos de Abarca, Cano Pintos & De la Mata, y dos dotaciones culturales, de Mansilla & Tuñón y de Ábalos, Herreros & Jaramillo; el segundo grupo son espacios laborales, diseñados de nueva planta por Ruiz-Larrea & Gómez y por Rubio & Álvarez-Sala, y rehabilitados por Junquera & Obal y por Allende.
Técnica / Diseño
Maternidad de O’Donnell
Pabellón Casa de Campo
Biblioteca y Archivo Regional
Biblioteca pública de Usera
Sede de Sogecable
Sede de Indra
Oficinas en Alfonso XII
Sede de Aguirre Newman
Para terminar, Luis Fernández-Galiano escribe sobre la ciudad anónima e informe fabricada por intereses políticos y económicos, a raíz del contencioso institucional creado tras las últimas elecciones regionales en Madrid. Resumen en inglés
Madrid en obras
Luis Fernández-Galiano
Urbanismo basura
Luis Fernández-Galiano
Madrid febril
Madrid presume de perfil precario, y probablemente sea éste su privilegio predilecto. Sometidos por doquier al peso grave de la identidad, carecer de carácter resulta un raro lujo que libra de la carga insoportable de la adhesión incondicional. Habitamos Madrid sin ser habitados por ella, y ese vínculo versátil resume la libertad esencial de las metrópolis: sin fidelidades tribales, porque su población se apelmaza en olas migratorias, y sin raíces vernáculas, porque su territorio se agrega en pulsos expansivos, la sangre y la tierra de Madrid son la gasolina y el asfalto. La ciudad castiza de las zarzuelas invitaba a subir de Madrid al cielo; la actual ciudad genérica ha mudado el lema por otro más cínico: de Madrid el suelo, y ha hecho del turbión inmobiliario su principal industria. De esta suerte, la urbe parasitaria del franquismo, que Cela describió como una mezcla de Navalcarnero y Kansas City poblada de subsecretarios, es hoy una metrópolis acelerada que se mira sólo en el espejo convexo del modelo americano.
Tercera ciudad de Europa en población, tras las conurbaciones colosales de Londres y París, y segunda ciudad del continente en volumen de obra, tras el Berlín reconstruido para atender la demanda de la capitalidad recuperada, el Madrid de vocación global que aspira a los Juegos Olímpicos de 2012 —en competencia con otras ocho ciudades del mundo— es un motor pasado de vueltas cuya taquicardia estruendosa no se sabe bien si es indicio de vitalidad o de dopaje. Ante la estupefacción de los barceloneses ensimismados, que han expresado sucesivamente su diagnóstico en dos ensayos periodísticos de su antiguo alcalde (“Madrid se va”, “Madrid se ha ido”), esta ciudad con esteroides ostenta su musculatura química para jugar en una liga urbana más exigente que aquella plácida emulación europea donde Maragall supo situarse como referencia y paradigma. Madrid ha elegido la alta competición, pero aún no es seguro si su desbordante energía politoxicómana será beneficiosa a largo plazo para la salud urbana.
Obligada a pasar esa ITV de ciudades que es una candidatura olímpica, Madrid se someterá hasta 2005 a un riguroso chequeo que puede ser útil para limitar los excesos en el consumo de anabolizantes inmobiliarios. De igual manera que las federaciones intentan controlar el abuso de estimulantes, el énfasis del COI en el respeto de los proyectos al medio ambiente puede tener el efecto feliz de moderar el fervor por la construcción que perfora el suelo y eriza con grúas el cielo de Madrid. Pero Vicente Verdú ha explicado que tras el triste capitalismo de producción y el trivial capitalismo de consumo, este capitalismo de ficción es sobre todo tramposo, y cabe temer que el esfuerzo por pasar los exámenes olímpicos con sostenibilidad à la Sidney resulte en un mero maquillaje que ‘ponga guapa’ la ciudad con cosmética ecológica. El alcalde Ruiz-Gallardón inicia su mandato con una burbuja de cemento, y hay que confiar en su talento equilibrista para mantenerla suspendida en el aire leve de esta ciudad febril.