Edificio CaixaFórum, Madrid (en proyecto)
Herzog & de Meuron 

Edificio CaixaFórum, Madrid (en proyecto)

Herzog & de Meuron 


El edificio CaixaFórum se ha pensado como un imán que ejercerá su influencia sobre los amantes del arte madrileños y forasteros. La atracción no se producirá tan sólo por su programa cultural, sino también por el propio edificio y su entorno. La masiva estructura existente, con sus muros exteriores de ladrillo viejo, y el revestimiento escultórico de hierro fundido, se separarán del suelo, en un aparente desafío a las leyes de la gravedad, atrayendo literalmente a los visitantes hacia el interior.

Esta nueva institución se instalará en una ubicación privilegiada, frente al Museo del Prado, ocupada hasta ahora por edificios poco significativos, como una gasolinera y la propia central eléctrica, que configuraban espacios urbanos abigarrados. Los muros de ladrillo de la antigua central transmiten reminiscencias de la temprana época industrial madrileña, mientras que la gasolinera, una estructura meramente funcional, está claramente fuera de lugar. Como un viñedo que nunca podría desarrollar todo su potencial si se cultivara con el tipo de uva equivocado, este entorno excepcional estaba desperdiciado con estos edificios. La demolición de la gasolinera creará una pequeña plaza, que unirá el Paseo del Prado y el CaixaFórum, mejorando su visibilidad y revalorizando la zona.

Únicamente es posible reutilizar la fachada de ladrillo de la antigua central, que es además la parte protegida del edificio. Para insertar los nuevos elementos arquitectónicos en el proyecto, el primer paso consistirá en acometer una operación quirúrgica, en la cual se deben eliminar el basamento de granito y aquellas otras partes innecesarias del edificio. Esta intervención abre una nueva perspectiva, que de forma simultánea resuelve muchos de los problemas del emplazamiento. La eliminación de la base del edificio crea un espacio abierto, pero cubierto por el volumen de ladrillo, que parece flotar sobre la calle. Este lugar resguardado ofrece su sombra a los visitantes, constituyendo a la vez la entrada al edificio. La estrechez de las calles del entorno, la colocación de la entrada principal, y la identidad arquitectónica de esta institución artística eran problemas que se resuelven por medio de este único gesto escultórico y urbanístico.

Con la elevación del volumen se crean dos mundos distintos, uno por encima del suelo y otro bajo él. El ‘mundo subterráneo’ contendrá un auditorio/ teatro, espacios de servicio, y algunas plazas de aparcamiento. En el volumen superior se encontrará el vestíbulo principal, dos plantas de salas de exposición, y en la última planta las oficinas de administración y un restaurante con vistas.


Cliente Client

Fundación La Caixa

Arquitectos Architects

Jacques Herzog, Pierre de Meuron, Harry Gugger, Peter Ferretto, Carlos Gerhard

Colaboradores Collaborators

Mateu i Bausells (arquitectos asociados associate architect), E. Grosberg, P. Guedes, M. Kehl, S. Marbach, M. Marcelino, G. Mazza, M. Salmeron

Consultores Consultants

NB35, WGG Schnetzer Puskas (estructuras structural engineering); Urculo (instalaciones service engineering); Audioscan (acústica acoustics); Emmer Pfenninger Partner , ENAR (fachada facade); Arup (iluminación lighting)

Contratista Contractor

Servihabitat, Construcción i control