El color se utiliza como sustancia constructiva básica; inspirado en los recortables de Matisse, el teatro se manifiesta exteriormente como un animado conjunto de piezas envueltas en una tersa piel de vidrios de distintas tonalidades y con diferentes grados de transparencia, que refleja la luz con brillos matizados.

El proyecto responde a una doble demanda: de integración por una parte, incorporando la actividad de la planta baja —con generosos vestíbulos, tienda y cafetería— a la propia de la ciudad, y de segregación por otra, elevando el resto del programa —salas de teatro convencional y experimental, escuela de danza— para mantenerlo alejado del bullicio de la calle.

Las cajas escénicas sirven de soporte a la estructura del edificio; en el fondo del solar, un núcleo de comunicación iluminado cenitalmente conecta los escenarios con los camerinos... [+]