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Etiqueta verde. La actual crisis del petróleo ha servido para desempolvar viejos paradigmas ecológicos y ha fomentado la aparición de múltiples arquitecturas autoproclamadas como sostenibles. El cuidado por los aspectos
‘verdes’ ha pasado de cuestión marginal a imperativo económico o social y la certificación avalada de un proyecto como ecológico —expedida por asociaciones y refrendada mediante diversos premios nacionales e internacionales— se ha convertido en una distinción a la que aspiran tanto las grandes firmas consolidadas como los pequeños estudios emergentes.
Sumario
Luis Fernández-Galiano
¡La economía, ecologistas!
Justo Isasi
Internacional bioclimática
Margarita de Luxán
España sostenible
R. Larrea/Pich Aguilera
Antón/Arias Recalde
AUIA/Ecosistema Urbano
Tema de portada
Diseño sostenible. Seis obras de importantes estudios abrazan el credo ecológico en su construcción. En Alemania, Sauerbruch y Hutton firman la Agencia Federal del Medio Ambiente en Dessau, conjunto que se propone como ejemplo de edificación sostenible, y Foster ratifica su preocupación por la ecología con una biblioteca fulleriana para la Universidad Libre de Berlín; en Francia, Lewis construye con la naturaleza un complejo escolar para Obernai, y Lacaton y Vassal se inspiran en los invernaderos para dar forma a sus viviendas sociales de Mulhouse; y en Estados Unidos, Holl convierte un programa tan aséptico como el de una depuradora en icono público y mediático para Connecticut, mientras que Ban experimenta con elementos reciclables y desmontables en su museo previsiblemente itinerante de Nueva York.
Arquitectura
Sauerbruch y Hutton
Agencia federal, Dessau
Norman Foster
Biblioteca de Filología, Berlín
Duncan Lewis
Complejo escolar, Obernai
Lacaton y Vassal
Viviendas sociales, Mulhouse
Steven Holl
Planta depuradora, Connecticut
Shigeru Ban
Museo nómada, Nueva York
Argumentos y reseñas
Cine arquitectónico. El realismo melancólico de Aki Kaurismäki y la fecunda fantasía de Tim Burton ofrecen, con motivo del estreno de sus últimas películas, lecciones espaciales y sociales para el arquitecto.
Arte / Cultura
Juhani Pallasmaa
La melancolía de Kaurismäki
Jorge Gorostiza
Los mundos de Burton
Maestros eternos. El largometraje sobre la figura de Louis Kahn realizado por su hijo y la exposición que el Museo de Arquitectura de Frankfurt dedicó a Dominikus Böhm, recuerdan a dos virtuosos de lo arcaico.Francisco de Gracia
Kahn, mi arquitecto
Joaquín Medina
Böhm, místico y redentorPaisaje renovado. Una colección de cinco volúmenes sobre cinco aspectos de la construcción del paisaje y una selección de diez edificios ecológicos realizada por Peter Buchanan vienen a llenar el vacío existente sobre el tema.Historietas de Focho
Aranda, Pigem y Vilalta
Autores varios
Libros
Últimos proyectos
Renzo Piano, tres museos. El italiano se ha convertido en un referente mundial en materia de museos. Se presentan aquí sus tres realizaciones más recientes: un ondulante centro de arte dedicado a Paul Klee cerca de su lugar de nacimiento en Berna, una ampliación del conjunto de Meier para el High Museum de Atlanta y un museo para una colección privada en Dallas.
Técnica / Diseño
Campo de ondas
Zentrum Paul Klee, Berna
Mil soles
High Museum of Art, Atlanta
Oasis de arte
Nasher Sculpture Center, Dallas
Para terminar, la reciente crisis urbanística de Marbella ha puesto de relieve la explosión desarrollista e incontrolada que sufre el paisaje español como síntoma del bienestar económico (ya sea en las zonas litorales, en el campo o en la periferia de las ciudades). Como contrapunto, se comentan algunos pequeños paisajes que César Portela ha concebido para su Galicia natal.Productos
Construcción ecológica
Resumen en inglés
Etiqueta verde
Luis Fernández-Galiano
Paisajes españoles
Luis Fernández-Galiano
Etiqueta verde
El coste del combustible negro impulsa hoy el valor de la etiqueta verde. Tras dos décadas de bonanza petrolera, la espectacular escalada del precio del barril en los últimos años ha reactivado el interés político y profesional por el comportamiento energético de los edificios, dando como resultado una caudalosa floración de iniciativas en el terreno legislativo y en el de la homologación, con un abanico de medidas que van desde la normativa tecnológica hasta el etiquetado de sostenibilidad, y una panoplia de estímulos que abarcan desde las subvenciones económicas hasta las recompensas simbólicas. Ningún arquitecto puede ignorar este nuevo paisaje de actuación, y si las grandes firmas han sido más madrugadoras en la incorporación de los mensajes verdes a sus estrategias de comunicación, hasta los estudios más modestos deberán tener presente la agenda ambiental en sus procedimientos de diseño y en sus hábitos de evaluación.
La prosperidad material de los años ochenta y la revolución digital de los noventa configuraron un panorama de ilimitada libertad personal y formal, en el que la emancipación individual de la disciplina social e incluso de las fronteras biológicas corría en paralelo con la multiplicación insospechada de formas ajenas a toda constricción convencional o constructiva. Hoy, cuando la carestía energética y el calentamiento global obligan a revisar nuestras prioridades —desde la doble conciencia de la escasez de los recursos y de la incapacidad del planeta para absorber los residuos de la actividad humana—, los arquitectos tenemos el reto inaplazable de desarrollar una estética constructiva y una ética urbana en sintonía con la mudanza de los tiempos, que trascienda el paradigma moderno del crecimiento demiúrgico y de la industria taumatúrgica, pero también el síndrome posmoderno de la ataraxia intemporal y de la nostalgia vernácula.
En este empeño, los fracasos y los fraudes son más numerosos que los éxitos, así que no es fácil conjurar el escepticismo. Desde la escasa calidad formal de las arquitecturas ecológicas que proliferaron en los años setenta al calor de las dos crisis petrolíferas de esa década, y hasta el cinismo de la última hornada de rascacielos ‘sostenibles’ que se proponen como modelo de la construcción verde, hay más motivos para el desaliento que para la esperanza. Los edificios son responsables de una fracción importante del consumo de energía y materiales, y los modelos territoriales son una variable esencial en los costes del transporte, pero ni el arquitecto ni el urbanista tienen una influencia decisiva sobre el resultante estadístico de cualquiera de estos campos. Y aun así, cada proyecto y cada plan que se formula desde la responsabilidad ambiental redime a su autor y nos rescata a todos de la impotencia fatalista y la resignación inmóvil.