Situado en el límite del casco urbano, en una parcela en la que el plan urbanístico propone reducir la densidad edificatoria para que el municipio se funda con las grandes extensiones de zonas verdes que preceden al paisaje rural, este bloque contiene 18 viviendas de protección oficial con una superficie de 70 metros cuadrados cada una. El privilegio de las vistas que posee en uno de sus flancos junto con la diferencia existente entre las dos orientaciones son los dos factores que condicionan el diseño.

El volumen posee una crujía de 14 metros de profundidad y una longitud cercana a los 60 metros y presenta dos fachadas cuyas condiciones de soleamiento y vistas se presentan muy diferentes. En su fachada este se ubica el aparcamiento y el acceso a una cota más baja que la de la parcela colindante. Por su parte, el lado oeste se beneficia de las vistas hacia el paisaje, pero debe protegerse del sol. Para ello se propone un balcón corrido de dos metros de ancho que se sitúa por debajo del nivel del pavimento interior para evitar obstaculizar las miradas desde el interior. Este balcón funciona como un porche protegiendo la fachada del sol vertical del verano pero permitiendo sin embargo que entre el sol horizontal del invierno al utilizar una barandilla de aluminio que funciona también como brise soleil.