Las condiciones de radiación y ventilación de Madrid (cota de +600 metros; clima continental) permiten imaginar una ciudad cien por cien pasiva y desarrollar el proyecto como un prototipo basado en esta hipótesis. Dada su ubicación en el centro histórico y junto al Palacio Coca, este prototipo experimenta los puntos de coincidencia entre la tradición de los miradores madrileños y un muro cortina permeable y protegido del sol, conjugando el confort tradicional de las habitaciones encadenadas y de gran volumen con la limpieza de los espacios contemporáneos y su fluidez interior-exterior. Edificación compacta y profunda, ventilación cruzada, orientación Norte-Sur y patio central, así como grandes aberturas con protecciones solares, forman un esquema termodinámico presente en la arquitectura tradicional, que lleva a orientar los salones al Sur, dormitorios al Norte y servicios formando un anillo en torno al patio. A este esquema se le superpone un conjunto de terrazas que van excavando la sección y generando grandes salones en relación directa con el entorno arbolado. Todo ello utilizando activamente los condicionantes de lugar: la medianera que abriga del Oeste; el arbolado de gran porte que defiende en verano la orientación Este; y el palacio anexo que fija las generosas alturas de los pisos.