El proyecto 110 Habitaciones, en la barcelonesa Calle Provença, nace de la radicalización de los elementos más valiosos de la tradición tipológica doméstica del Eixample. Las plantas tipo se formalizan siguiendo la distribución de habitaciones iguales (o casi iguales) que caracteriza la vivienda habitual de finales del siglo XIX en esa zona de la ciudad. Se trata de viviendas que han visto modificado su uso a lo largo de las décadas sin cambios sustanciales; un sistema aparentemente rígido que, sin embargo, ha permitido que las viviendas puedan adaptarse a los cambios de uso sufridos en el transcurso del tiempo.
Entendiendo esta condición tipológica, el edificio de viviendas se ha concebido como un sistema de habitaciones en el que cada apartamento puede ser ampliado o reducido —añadiendo o restando piezas— para responder a las necesidades futuras de sus habitantes. Con esa flexibilidad en mente, las habitaciones tienen dimensiones similares, permitiendo eliminar cualquier tipo de jerarquía espacial y predeterminación del programa. Cada piso puede ser definido y reprogramado según convenga, incluso la posición de la cocina puede variar. Esa flexibilidad es posible gracias a la situación de los baños, donde se concentran las instalaciones verticales que pueden conectar con todas las habitaciones. Inicialmente, cada planta se divide en cuatro apartamentos de cinco habitaciones conectadas entre sí sin necesidad de pasillos. La cocina se coloca en el centro; el resto de las habitaciones se pueden utilizar, indistintamente, como dormitorios, estudios o salas de estar.
La planta baja, por su parte, es una reinterpretación de los vestíbulos populares típicos del Eixample, donde los mármoles y los grandes espacios definen el lugar de recepción y representación. Como si se tratara de grandes objetos habitables, los muebles tradicionales se transforman aquí en volúmenes pétreos colocados en medio de un gran espacio abierto. Los patios interiores descubiertos permiten la ventilación natural y, literalmente, convierten la planta baja en una extensión del jardín y de la calle.
La inspiración en los tipos históricos se ha llevado también a la fachada, donde la composición arquetípica ha sido directamente replicada. Así, su diseño se propone siguiendo una relectura directa de la arquitectura ‘ordinaria’ típica del Ensanche de Cerdà, en cuyas fachadas predominan elementos tradicionales, como los estucos de cal con motivos decorativos, las aberturas verticales, los balcones y las persianas de librillo.
Cliente Client
Privado
Arquitectos Architects
MAIO (María Charneco; Anna Puigjaner; Alfredo Lérida; Guillermo López); Beatriz Borque + MAIO (espacios exteriores exterior areas)
Colaboradores Collaborators
Miguel Bernat, Núria Ortigosa, Beatriz Borque (paisajismo landscape); Gaspar Alloza, Vanesa Solano (aparejadores quantity surveyor)
Consultores Consultants
Font i Armengol (instalaciones mechanical engineering); Masala Consultors (estructuras structures)
Superficie construida Floor area
2.795 m²
Fotos Photos
José Hevia