El conjunto residencial One Kensington Gardens se sitúa en una parcela del centro de Londres frente al borde sur de los jardines Kensington. El proyecto, que incluye 97 unidades residenciales, comprende la redistribución del solar, con la construcción de tres bloques adicionales en Kensington Road, Victoria Road y Canning Passage respectivamente, y la integración de las fachadas de las viviendas en hilera decimonónicas existentes, que forman parte de un área urbanística de protección especial.

Las tres construcciones de nueva planta emplean un lenguaje material que mantiene la armonía dentro del conjunto pero que introduce reinterpretaciones en cada uno de ellos para dotarles de un carácter distintivo. La estructura de los edificios en Kensington Road y Victoria Road se realiza con elementos postesados de hormigón armado que caracterizan la imagen de sus fachadas. Sin embargo, en el de Kensington Road la planta baja y los forjados de sus niveles superiores se recubren con elementos de piedra Portland que remiten a las fachadas históricas de la zona. En ambos casos, tanto las carpinterías como las barandillas que cierran los balcones y terrazas se ejecutan en bronce. Para evitar la monotonía del alzado, la distancia entre los pilares de las fachadas perpendiculares al parque del sector norte de la manzana se reduce progresivamente hasta encontrarse con el ritmo regular de los elementos prefabricados del segundo edificio, en Victoria Road. El tercer volumen, en Canning Passage, tiene una envolvente de ladrillo en sintonía con el entorno, compuesta por franjas horizontales delimitadas por bandas de piedra prefabricada que señalan las alturas de los distintos forjados. El 60 % de las viviendas del complejo se disponen tras las fachadas restauradas del siglo xix. Al integrar los paños antiguos, la distribución de estos apartamentos se genera a partir de la posición de los huecos y las particiones originales.

Las edificaciones de nueva planta tienen entrada desde la calle, y se han rehabilitado los pórticos de las antiguas fachadas conservadas de manera que la vista general de la manzana ofrece un alzado heterogéneo, que incluye elementos contemporáneos pero mantiene el carácter distintivo de este barrio de excepcional valor patrimonial. El centro del conjunto se vacía con una serie de patios, revestidos con ladrillo vitrificado blanco con acabado mate, que introducen luz natural en los espacios interiores. Los apartamentos se complementan con un amplio rango de zonas comunes que incluyen áreas de recepción, vestíbulos y un centro de ocio.