Situada en la unión de los ríos Ródano y Saona, La Confluence es una antigua área industrial de Lyon que en los últimos diez años ha sido objeto de un ambicioso plan de transformación. David Chipperfield Architects recibió el encargo de coordinar tres sectores —con un total de once edificios— pertenecientes a la Fase 2 del plan urbano diseñado por Herzog & de Meuron. Este trabajo incluye la adaptación de las normas a las variables específicas del sitio, así como el desarrollo de estrategias para el diseño de los espacios exteriores, los volúmenes generales y las fachadas, de modo que el conjunto mantenga una coherencia material pero cada edificio pueda tener una imagen distintiva.

Dentro de esta operación, el estudio diseña además tres edificios: un bloque de vivienda social, otro de oficinas y una torre de usos mixtos. Aunque se emplea un lenguaje material que alterna entre el hormigón y la madera, y se priman las formas rectilíneas, las fachadas se moldean según su emplazamiento: así, en las viviendas se abren profundas terrazas en dos de sus caras, que se asoman a una plaza pública y a un jardín respectivamente; la envolvente de las oficinas se organiza en balcones corridos a lo largo de todo el perímetro para mirar al río adyacente; y la torre libera sus esquinas para ofrecer vistas de la ciudad.