Frente al Tiergarten, en una de las zonas más céntricas de Berlín, y próximo a la Postdamer Platz, se ha construido este edificio de viviendas de diez plantas. Con esta intervención se consolida el borde norte del desarrollo urbano de Beisheim, que se compone de un hotel, oficinas y viviendas, y que culmina el proceso de ordenación de este ámbito urbano, que se inició con un concurso de urbanismo convocado en 1991, tras la caída del Muro.

El edificio toma en planta forma de U, para adaptarse a la configuración del solar. En sus ángulos interiores se colocan los dos núcleos de escaleras, provistos de dos ascensores cada uno. La planta baja dispone de tiendas en sus extremos, y un restaurante y un café a cada lado de la entrada principal. Ésta se sitúa en la zona central del lado mayor, y da acceso a un recibidor en doble altura, cuyas paredes se revisten con un elegante aplacado; se trata de un espacio organizado en forma de T, que estará vigilado por un portero día y noche, como en los edificios americanos de lujo, y que se conecta a través de grandes ventanas con el jardín privado.

Las diez plantas del edificio contienen 36 viviendas cuyas superficies varían de 150 a 200 metros cuadrados. Por encargo del cliente se buscó cierta flexibilidad en planta, que permitiera satisfacer las pretensiones de los distintos compradores. De esta manera, la fachada del edificio se articula con la distribución de ventanas francesas, balcones y logias, elementos que se ritman de diversa manera y manifiestan así la distribución personalizada de cada vivienda. Mediante esta organización casual de las fachadas se consigue un contrapunto a la rígida volumetría del edificio, con el objetivo de crear una composición libre y plástica. Junto con la flexibilidad, en los apartamentos se ha perseguido crear espacios fluidos en los que la presencia de los espacios verdes del entorno se haga constante. En la novena planta los apartamentos se convierten en dúplex que disfrutan en su nivel superior de una amplia terraza y unas vistas inmejorables.

Como material principal de la fachada se ha empleado la piedra caliza gris, con leves trazos de óxido de hierro, que da al edificio un carácter compacto y monolítico. Esa impresión se refuerza con el redondeo de los ángulos en las esquinas del frente principal. Se emplean piezas de piedra de 4 centímetros de grosor con acabado mate, colocadas formando un aparejo de hiladas desiguales y de gran precisión en las juntas. Tanto en su diseño como en su acabado, el edificio desarrolla con gran refinamiento la tradición del revestimiento en piedra que aún perdura en el contexto berlinés... [+]