Los grandes almacenes Selfridges se abrieron en 1909 en un gran edificio de estilo beauxartiano situado en Oxford Street. A finales de los años 30, la empresa se expandió hacia el norte construyendo una nueva sede de estilo art déco. Inicialmente separadas, las edificaciones estaban conectadas por pasarelas, pero con el tiempo el paso de circulación entre ellas fue edificado parcialmente con un añadido de hormigón. En la actualidad, el conjunto es una aglutinación de construcciones con diferentes alturas, aspectos y funciones, y en los últimos años Selfridges había declarado su deseo de emprender una remodelación de envergadura que recuperara la calidad arquitectónica y el carácter del establecimiento original. El encargo a David Chipperfield Architects London tenía dos objetivos principales: reemplazar el edificio anexo entre las dos construcciones históricas con una nueva entrada por Duke Street; y crear una sección de complementos en el ala este. Ambas operaciones buscaban dotar al centro de una unidad formal, reforzar su presencia en la trama urbana, simplificar las circulaciones interiores y recuperar el glamour de uno de los comercios más emblemáticos de la capital.

Al reemplazar el volumen auxiliar, que se encontraba retranqueado respecto a la linde del solar, el nuevo proyecto absorbía parte de los paños exteriores de los edificios existentes. En vez de ocultar esta circunstancia, se abrió un pórtico de entrada, así como un espacio a triple altura donde se sitúa una cafetería, que permiten contemplar las fachadas clásicas y comprobar cómo los nuevos forjados continúan las líneas de cornisa y las cotas de los dinteles existentes. La fachada sobre el pórtico exterior está compuesta por seis elementos verticales, revestidos de bronce, que se apoyan en una pieza adintelada de hormigón prefabricado coloreado en negro soportada por dos pilares monumentales.

El proyecto combina las dos fábricas históricas en un gran espacio continuo. Este vestíbulo comercial se estructura mediante las columnas, así como con el tratamiento de suelos y techos, que en todo caso mantienen su independencia respecto al mobiliario de exposición y las particiones entre las distintas marcas presentes en la tienda. En el edificio de Oxford Street se restableció la altura original de las columnas con molduras clásicas de yeso y se recuperó la apariencia primigenia de los artesonados del techo. En el edificio norte, se introdujo una versión depurada de ambos elementos, interpretados desde un punto de vista contemporáneo. Se diseñó también una luminaria esférica, que evoca aquellas existentes en los años 20, para dotar al centro de una imagen homogénea.


Obra Work

Selfridges Duke Street

Cliente Client

Selfridges Retail

Arquitectos Architects

David Chipperfield Architects London;

David Chipperfield, Louise Dier, Rik Nys (director de diseño design lead), Benito Blanco (director de proyecto project director); Richard Marks, Sergio Pereira (arquitectos directores de proyecto project architects), Antonio Acocella, Lewis Armstrong, Ricardo Alvarez, Pau Bajet, Matt Ball, Nick Beissengroll, Nicolas Burckhardt, Alessandro Cairo, Manon Cornu, Sebastian Drewes, Elena Dueñas, Christian Esteves, Gabriel Fernández, Micha Gamper, Ines Gavelli, Clemens Gerritzen, Luke Gleeson, Miguel Huelga, Claire Lee, Joseph Marchbank, Ana Martins, David Monteiro, Chiara Montgomerie, David Musrie, Chrystal Ohoh, Renato Pimenta, Monica Resines, Jacek Rewinski, Joana Ribeiro, Jana Schwalb, Cecilia Sjöholm, Patrick Ueberbacher, Hugo Wakin, Richard Youel (equipo de proyecto project team)

Colaboradores Collaborators

Viabizzuno (iluminación lighting consultant); Djao-Rakitine (paisajismo landscape architect); Expedition Engineering (estructura structural engineer); Arup, Waterman Group PLC (instalaciones MEP); Alinea Consulting (asesor de costes cost consultant); Thornton Tomasetti (fachada facade engineer); Jones Lang Lasalle (planeamiento planning consultant)

Fotos Photos

Simon Menges