Este conjunto de dos torres de viviendas se encuentra en la esquina suroeste del Colville Estate, un desarrollo residencial construido en la década de 1950 en el municipio londinense de Hackney. El proyecto, que fue ganado por David Chipperfield Architects junto a Karakusevic Carson Architects en un concurso celebrado en 2012, forma parte de una iniciativa a gran escala impulsada por la Administración local para construir unas 2.500 nuevas viviendas en los próximos años. El plan urbanístico para Colville Estate fue encargado inicialmente a Karakusevic Carson Architects, y aprobado en 2011. Ambas torres, de dieciséis y veinte plantas respectivamente, forman parte de la Fase 3 de desarrollo del conjunto, y se destinan a vivienda privada para contribuir a financiar económicamente el resto de la operación.

El perfil poligonal de las torres permite que se adapten a los bordes de una parcela irregular, de manera que no se bloqueen las vistas sobre el parque Shoreditch que tienen los edificios cercanos. La planta estándar incluye seis apartamentos agrupados en tres parejas formadas por una vivienda con dos habitaciones y otra de un dormitorio. Sin embargo, los dos niveles inferiores se reservan para estudios, y los dos superiores tienen tres pisos de mayor superficie. El programa doméstico se distribuye en franjas concéntricas en torno al núcleo de comunicaciones central, colocando las zonas de estar y descanso en la parte exterior para conseguir iluminación y ventilación natural. En las caras pequeñas del volumen —un prisma hexagonal irregular— se abren terrazas cubiertas conectadas con el salón, cuyos huecos dan profundidad y enriquecen el alzado general. La estructura perimetral de la torre libera de columnas los espacios interiores, de modo que desde el salón y la terraza se tienen vistas panorámicas sobre la ciudad.

La estructura se construye in situ con hormigón armado, y los forjados se diseñan con vigas invertidas para reducir su espesor y ampliar la altura libre del espacio de la vivienda. Las fachadas se recubren con ladrillos artesanales de diferentes colores: azules y grises para la torre oeste, y rojos para la este. En el vestíbulo de entrada, se realizan unos techos abovedados de ladrillo que conectan el primer piso con el núcleo de comunicaciones e introducen visualmente la fachada en el interior.

Tanto la superficie del solar como los vestíbulos de las torres se pavimentan con un único material para establecer una transición formal entre el exterior y el interior del proyecto, situado en un punto intermedio entre el parque y el reformado barrio de Colville.