El casco histórico de la ciudad de Covilhã, en el interior de Portugal, ocupa una colina en el borde sur de la Serra da Estrela. La compleja topografía de este enclave, donde abundan los cursos de agua, no sólo ha sido determinante para el trazado urbano de Covilhã, sino que también ha marcado la actividad económica de la población, centrada en el procesamiento de la lana. Esta actividad, desarrollada con especial intensidad durante las décadas de 1930 y 1940, provocó la aparición de barrios obreros como el de Penedos Altos, cerca de las áreas industriales al norte del valle de Carpinteira, en la sierra. Hoy, las instalaciones industriales han caído en desuso, pero no así la necesidad de conectar estos barrios con el centro de la ciudad.

Delicada y abstracta, esta nueva pasarela para peatones y ciclistas tiene 4,40 metros de ancho y está situada a 52 metros sobre el valle. Estructuralmente está formada por dos vigas paralelas de acero de 1,75 metros de alto, revestidas con chapa metálica y apoyadas sobre cuatro pilares: dos tienen el mismo ancho que la pasarela y también se han forrado con chapa de acero, mientras que los otros dos, circulares y de menor altura, son de hormigón recubierto parcialmente con bloques de granito formando un dibujo en espiral.