En la zona industrial de Lanheses, en el municipio portugués de Viana do Castelo, se levanta el BW II, un edificio industrial para el grupo estadounidense BorgWarner, dedicado a la fabricación de motores eléctricos y componentes para vehículos ligeros y pesados, tanto híbridos como eléctricos.

El proyecto consta de dos volúmenes con diferentes alturas: una gran nave industrial y un bloque social/administrativo. Ambos están vinculados visualmente por una fachada de lamas verticales prefabricadas de hormigón, que generan ritmo y dotan de unidad al conjunto. Esta fachada está esculpida con huecos estratégicos que permiten el acceso de luz natural, rompiendo la volumetría general. En el interior destaca la entrada principal con un vestíbulo de doble altura y una escalera escultórica que parece flotar. Dicha escalera está compuesta por dos piezas que no se tocan, donde la inferior es una base independiente que se eleva formando los tres primeros peldaños.