A lo largo de su historia, el barrio lisboeta de Alcântara, situado en la orilla del río Tajo a los pies del icónico Puente 25 de abril, ha sufrido sucesivas transformaciones que han alterado su paisaje natural tras la proliferación de infraestructuas viales e industriales, incluyendo la construcción de una estación de tratamiento de aguas residuales.

La intervención forma parte de un plan de reconfiguración territorial para la recuperación paisajística del Valle de Alcântara. Además, el proyecto debía hacer frente a dos exigencias programáticas diferentes: la modernización de la planta de tratamiento y la construcción de una sede para Águas do Tejo Atlântico, una compañía pública cuyo cometido es explotar y administrar el sistema de saneamiento de aguas residuales del Gran Lisboa. La primera decisión de proyecto fue la de apilar los programas; de esta forma, sobre la estación se superpone una ‘capa habitable’ que contiene la sede, los servicios, las circulaciones y sus áreas de apoyo. La segunda estrategia consistió en crear un sustrato pedológico capaz de soportar una cubierta vegetal —plantada con especies autóctonas—, con el objetivo de reducir el impacto visual de la infraestructura al extender las verdes colinas del valle, y de reconstruir la morfología arquetípica del valle... [+]