Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid
Rafael Moneo- Tipología Cultura / Ocio Museo Rehabilitación
- Fecha 1989 - 1992
- Ciudad Madrid
- País España
- Fotógrafo Eduardo Belzunce Ana Muller Michael Moran (OTTO)
El palacio de Villahermosa fue construido en el siglo XVIII, y en 1771 pasó a manos del duque del mismo nombre, que encargó proyectos de reforma a varios arquitectos, aunque fuera finalmente Antonio López Aguado quien se encargara de la obra. Tras la Guerra de la Independencia, se cambió la orientación del acceso principal, a través de la clara y ordenada fachada al jardín, que insiste en el tipo de hueco existente, pero que no encontró eco en la planta. En 1973 adquirió la propiedad la Banca López-Quesada, y realizó una transformación del edificio, bajo dirección de Moreno Barberá, que eliminó el sistema de muros interiores y devolvió el acceso principal a la Carrera de San Jerónimo. A poco de terminadas las obras, la Banca López-Quesada entró en una grave crisis financiera, y en 1980 terminó comprando el edificio el Banco de España. Cuando se iniciaron las conversaciones con el barón Thyssen, el palacio se convirtió en una baza importante del Gobierno español.
El nuevo programa era claro: se trataba de alojar una colección de casi ochocientos cuadros de condición muy variada. Desde el primer momento, se pensó en un museo con una arquitectura próxima a la original del palacio, pero dotada de los servicios requeridos por el contrato de cesión temporal de la colección. En este empeño, se situó el acceso principal en el jardín de la calle Zorrilla, tanto para recuperar la fachada norte como para dar al museo una entrada tranquila. Esto supuso reorientar el palacio y reconstruirlo sirviéndose sólo de las pistas dadas por las fachadas. Así, la nueva planta arranca de lo que fue un episodio postrero en la evolución del palacio. A la frontalidad de dicha fachada le corresponde ahora la profundidad de una galería cenitalmente iluminada, que se convierte en un vacío en el primer piso, y en un patio en el segundo.
El deseo de que las fachadas mantuvieran en lo posible su integridad llevó a respetar estrictamente el sistema de muros en la fachada norte; a establecer una circulación periférica sobre la fachada del Paseo del Prado, al tiempo que se proyectan una serie de muros perpendiculares a ella —origen de las consiguientes salas—; y a intervenir enérgicamente en la fachada de la Carrera de San Jerónimo, donde se dispone la sala mayor. El sistema de muros se completa con una crujía medianera, que cierra la construcción generada por las fachadas y da como resultado un espacio abierto, un patio, que adquiere la condición de centro. Los vacíos que se abren en este sistema se ajustan al ritmo de los vanos de las fachadas. El acuerdo entre estas, el acceso, el patio y el sistema de muros intenta descifrar el oculto mensaje que encierra la contenida geometría del Palacio de Villahermosa...[+][+]
Cliente Client
Fundación Thyssen-Bornemisza
Arquitecto Architect
Rafael Moneo
Equipo Project team
Luis Moreno Mansilla, Emilio Tuñón, Belén Hermida (arquitectos architects)
Dirección de obra Construction supervision
Rafael Moneo, Vidal Gutiérrez de Sande (aparejador quantity surveyor)
Consultores Consultants
Ove Arup & Partners, Esteyco (estructura structure); Ove Arup & Partners, J.G. Asociados (instalaciones mechanical engineering)
Contratista Contractor
Entrecanales y Távora S.A.
Superficie Floor area
18.000m²
Fotos Photos
Michael Moran/OTTO, Ana Müller; Colección Carmen Thyssen