Edificio Audrey Jones Beck, Museo de Bellas Artes en Houston
Rafael Moneo 

Edificio Audrey Jones Beck, Museo de Bellas Artes en Houston

Rafael Moneo 


El Museo de Bellas Artes de Houston se construyó en 1924, según el proyecto de William Ward Watkin. Mies van der Rohe lo amplió por primera vez en 1958 y de nuevo en 1974. La arquitectura de Mies ha prevalecido y la modesta y digna arquitectura del primer museo ha quedado englobada en los entramados metálicos del maestro alemán.

El edificio Audrey Jones Beck proporciona nuevas áreas de exposición, tan necesarias dado el crecimiento de las colecciones, y se une el museo preexistente mediante un paso-sala de exposiciones subterráneo. Pero el nuevo edificio no puede considerarse una ampliación en el sentido literal de la palabra: situado sobre Main Street, la vía que conecta el downtown con el Medical Center, el Audrey Jones Beck es una obra autónoma, y como tal hay que entenderla.

Así, la ampliación se levanta en una parcela rectangular, sin cualidades notables, pero que presentaba ciertas características aprovechables: el Audrey Jones Beck Building se decanta por Main Street y la convierte en orientación preferente, y ello no solo porque Main Street sea una vía de crucial importancia en la ciudad, sino porque, al disponer su fachada principal sobre dicha calle, el edificio rinde pleitesía al museo de Mies, para establecer con él un relación necesaria.

Dicho esto, debe recordarse que en Houston los edificios se perciben desde el coche, lo que impide que se puedan aplicar con éxito los mismos criterios que se manejan al considerar los edificios como objetos con una imagen bien definida: en Houston no es posible la visión frontal de un edificio, una experiencia característica de todo aquel que camina. Tales consideraciones llevaron a que el Audrey Jones Beck Building acabara ocupando casi todo el suelo disponible, sin caer en la tentación de una fragmentación artificiosa.

En este proyecto se volvió a explorar el potencial de lo compacto. La arquitectura compacta muestra con claridad cómo es posible descomponer una superficie en toda una serie de figuras que definen salas y corredores, escaleras y vacíos, galerías y patios, llenando con admirable continuidad y contigüidad el espacio, y ello sin someterse a un parti previamente establecido. La arquitectura compacta da lugar a plantas saturadas, densas, que hacen uso de los espacios intersticiales para propiciar el movimiento, y es capaz de manifestarse con asombrosa libertad en la disposición de los programas. De manera que la planta se ‘rompe’ en una serie de salas y galerías conectadas mediante una oculta traza que, sin manifestarse imperiosamente, guía los pasos del visitante...[+][+]


Cliente Client
Museo de Bellas Artes, Houston

Arquitecto Architect
Rafael Moneo

Colaboradores Collaborators
Emilio Tuñón (estudios previos preliminary design phase); Eduardo Miralles (arquitecto a cargo del proyecto project architect); Hayden Salter, José Luis Gahona, Christoph Schmid, Belén Hermida (equipo team); Kendall/Heaton Associates, Inc. (arquitectos asociados associated architects); Larry Burns (arquitecto a cargo del proyecto project architect)

Consultores Consultants
CBM Engineers, Inc. (estructura structural engineers); Altieri Sebor Wieber (instalaciones mechanical engineers); Fischer Marantz Renfro Stone, Inc. (diseño de iluminacion lighting design); Juan de Dios Hernández & Jesús Rey (maqueta model)

Superficie Floor area
17.860m²

Fotos Photos
Duccio Malagamba, Michael Moran, Timothy Hursley; Aker Zvonkowic