Museo de Arte Contemporáneo, Niterói
Oscar Niemeyer 

Museo de Arte Contemporáneo, Niterói

Oscar Niemeyer 


La capacidad de Oscar Niemeyer de crear iconos es incontestable: el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói es tal vez la mayor prueba reciente del ‘efecto Niemeyer ’. Ciudad separada de Río de Janeiro por la bahía de Guanabara, Niteroi era un lugar sombrío, empañado por la fama y belleza de la exuberante urbe vecina. Pero después de que Niemeyer diseñara este museo se convirtió en visita casi obligada, y como en Bilbao, lo que atrae a los visitantes no es únicamente la colección, sino el edificio, cuyo croquis fue adoptado como logotipo oficial de la ciudad. Tal efecto proporcionó a Niemeyer decenas de encargos locales, entre ellos, el conjunto de edificios culturales y religiosos denominado Camino Niemeyer.

El museo fue concebido para albergar una colección de más de mil obras, donadas al ayuntamiento por un gran coleccionista de arte moderno brasileño, João Sattamini. Como contrapartida, el Ayuntamiento de Niterói se comprometió a construir un espacio para exponerla. El ayuntamiento escogió al arquitecto, que eligió un solar privilegiado situado sobre un promontorio en la playa de Boa Viagem, frente a la bahía.

«Cuando comencé a diseñar el museo, tenía una idea en mente: una forma circular y abstracta en el paisaje. No quería repetir la típica solución que dispone un cilindro sobre otro, sino que perseguí la idea del Museo de Caracas», relata Niemeyer, citando uno de sus proyectos no realizados de 1954. Pero si en la capital de Venezuela la masa era geométrica y rígida, en Niterói adquirió contornos sinuosos e innovadores. Según su creador, el MAC surge como una flor en la roca que lo sostiene. El programa se dividió en dos partes: primero, bajo la explanada de acceso está la base con un espejo de agua de mil metros cuadrados donde se sitúan las instalaciones, el auditorio y el restaurante; a continuación, sobre la explanada, se levanta un volumen de tres plantas, parte de las cuales están ocupadas por la colección. El pilar hueco que sostiene el museo posee ocho metros de diámetro y el volumen en sí, cincuenta metros de diámetro con voladizos de veintitrés metros. Los espacios interiores, abiertos a un bellísimo paisaje, fueron muy criticados por dejar la técnica museológica en segundo plano, principalmente debido al exceso de luz natural. Conectando la explanada y las áreas de exposición, una rampa serpenteante aparentemente inofensiva para el visitante supone un obstáculo para los minusválidos. En el museo existe un claro contraste entre la pureza del volumen y la complejidad del acceso... [+]