Casa das Canoas, Río de Janeiro
Oscar Niemeyer 

Casa das Canoas, Río de Janeiro

Oscar Niemeyer 


Construida en las montañas que enmarcan Río de Janeiro y alejada del centro de la ciudad, la casa de la carretera das Canoas fue proyectada para ser la vivienda del propio Niemeyer. Antes de esta obra, el arquitecto ya había construido otras dos casas para su uso: en 1942 diseñó su primera casa en la ladera que da a la laguna Rodrigo de Freitas, en la zona sur de la ciudad; poco después, en 1949, adaptó una construcción rural existente en las cercanías de Mendes, ciudad del interior del estado de Río de Janeiro, para pasar los fines de semana con la familia (la casa fue derrumbada por una inundación). En la década de 1960, después de la Casa das Canoas, se construyó una casa en Brasilia, con tejado de barro, mampostería y pequeñas ventanas, que se parece a las haciendas luso-brasileñas.

Pero sin lugar a dudas, la Casa das Canoas es la más exuberante de todas. En ella, Niemeyer aprovechó el desnivel del terreno y creó una plataforma que sobresale del límite de la construcción, en la que se dispone un pabellón acristalado con las áreas de estar, comedor y cocina (en el piso inferior, cuya losa de cubierta es parte de la plataforma, están los dormitorios). De esta manera, el piso superior —de raíz miesiana— es casi transparente, alternando vidrio y paredes opacas curvas, todo cubierto por una losa sinuosa apoyada en delgados pilares metálicos. Rodeada por una vegetación autóctona densa y tropical, la construcción incorpora una gran piedra que penetra en la casa y en la piscina y que es utilizada para hacer la conexión entre los dos pisos, dado que la escalera interna está pegada a la piedra.

Desde lo alto de su pensamiento racionalista germánico, Walter Gropius, en una visita a la casa, le dijo a Niemeyer que era muy bonita desde el punto de vista plástico, pero «no era reproducible». El brasileño se puso furioso. «Gropius no entendió nada», escribió más tarde en sus memorias.

Niemeyer y su familia vivieron pocos años en la Casa das Canoas. Un desprendimiento del monte, que produjo la aparición de una gran piedra en el salón, asustó a todos. Y mucho más en aquel período, en el que sus familiares quedaban aislados con los constantes viajes del arquitecto dedicado a la construcción de Brasilia (una curiosidad: el presidente Juscelino Kubitschek invitó a Niemeyer a hacer los proyectos de Brasilia en la carretera das Canoas, después de recogerlo en la casa).

Tras el desprendimiento, su familia se fue a vivir a un piso común en Ipanema, barrio de la zona sur carioca, donde reside hasta hoy. La Casa das Canoas actualmente está abierta al público y se mantiene con la ayuda de la Fundación Oscar Niemeyer... [+]