Foro Internacional, Tokio

James Stirling  Michael Wilford 


En la propuesta del Foro Internacional de Tokio, un edificio destinado a congresos y exposiciones, se trataba de enfatizar la importancia simbólica del conjunto situando en el centro un edificio alto relacionado con un espacio público al aire libre. A cada lado del mismo se yerguen dos edificios más bajos, pero igualmente monumentales. Estos edificios transparentes se asientan sobre una base de piedra arenisca que encierra las áreas más públicamente accesibles del conjunto. El patio circular forma parte de esta base y está rodeado por un muro de piedra con grandes aberturas que permiten la visión desde las terrazas superiores de las actividades que se desarrollan abajo. Entre las exigencias que han determinado la organización del proyecto se hallaba la necesidad de una estructura resistente a los seísmos y de un sistema de evacuación de urgencia eficaz, debido a la alta densidad de ocupación.

La torre alberga las salas de conferencias más pequeñas en sus secciones hexagonales, circulares y semicirculares. En la superficie semicircular de la última planta se alojan un restaurante de lujo, abierto a la azotea, y los despachos administrativos. A nivel de calle, el vestíbulo público se plantea como el mayor lugar de encuentro y de actividades. Los visitantes provenientes del metro y de las calles adyacentes convergen en un espacio a triple altura bajo la torre. Escaleras mecánicas y ascensores conducen desde allí al vestíbulo de los delegados que, a su vez, permite el acceso a las grandes salas. Los edificios de los extremos norte y sur del solar albergan la sala de conferencias A (5.000 personas) y las salas de conferencias B y C (entre 1.500 y 2.000 personas cada una), respectivamente. Las salas de exposiciones se sitúan por debajo del nivel de calle.

Al margen de su escala monumental, este proyecto se inscribe dentro de la familia que forman otros de su última época (Centro científico, Canary Wharf, Disney Hall, Biblioteca de Francia), con los cuales comparte incluso la forma de algunos de los volúmenes interconectados que configuran el conjunto, y al mismo tiempo retoma el tema de la envoltura de vidrio, dentro de la tradición de la ‘Stadtkrone’ y de la ‘Glasarchitektur’, propia del primer expresionismo, tan presente en las primeras obras universitarias que le dieron fama...[+]


Cliente
Ayuntamiento de Tokio.

Arquitectos
James Stirling, Michael Wilford con Obayashi Corporation, arquitectos asociados, Tokio.

Colaboradores
Russell Bevington, John Bowmer, Franca Comalini, Charlie Hussey, Yasumiro Imai, Steffen Lehmann, Thomas Muirhead, Jim Nakano, Eilis O 'Donell, Hideo Saijo, Charlie Sutherland, David Turnbull, Eric Yim, Takasi Yoneyama.

Fotos
John Donat.