Biblioteca de la Facultad de Historia, Cambridge
James Stirling 

Biblioteca de la Facultad de Historia, Cambridge

James Stirling 


El éxito casi instantáneo de los laboratorios de Leicester hizo que Stirling y Gowan fueran invitados a participar en un concurso restringido para otro edificio universitario en Cambridge. Pero la colaboración de los dos socios termino antes de acabar el proyecto, y algunas de las dudas de Gowan con respecto a la construcción del edificio fueron casi premonitorias de su polémico destino final.

Stirling gano el concurso y en tres años se inauguró otra de las obras que iban a hacer de él una figura mítica, y de sus edificios lugares de peregrinación para miles de profesionales y estudiantes.

La Facultad de Historia de la Universidad de Cambridge sigue la línea iniciada en Leicester, que tendría su tercera obra maestra en Oxford. Se trata de un edificio con forma de L, en cuyo ángulo interior se sitúa un espacio único cubierto por un impresionante toldo de vidrio. La masa del conjunto vuelve a ser un juego de piezas articuladas que apoyan en un basamento y que se elevan en un constante dialogo entre la rectitud vertical y el perfil escalonado.

Los dos brazos de la L se van estrechando en grosor a medida que se elevan, distribuyendo los espacios más grandes y públicos en la parte inferior y los locales menudos y privados en la zona superior. Se repite igualmente el motivo de las dos torres gemelas que albergan el ascensor, la escalera y las conducciones verticales, además de señalar la entrada principal a modo de grandes pilonos.

Sólo dos materiales definen la personalidad del edificio: el ladrillo de los muros ciegos y el vidrio de las extensas pieles transparentes. La referencia a los invernaderos decimonónicos es patente en la gran tienda triangular que cubre ese cuadrante de panóptico que es la sala de lectura de la biblioteca. Su doble capa de vidrio y la visión de los extractores de aire son un antecedente indiscutible del expresionismo de la alta tecnología.

Pero esta novedosa cubierta fue también el punto débil del edificio, pues el insoportable ruido de la lluvia y la dificultad de resolver el acondicionamiento térmico estuvieron a punto de provocar su demolición. Un crimen que, afortunadamente para la historia de la arquitectura contemporánea, nunca llego a perpetrarse…[+]


Cliente
Universidad de Cambridge.

Arquitecto
James Stirling.

Colaboradores
Michael Wilford (arquitecto asociado), Brian Frost, David Bartlett.

Consultores
Hanscombe, Syska & Hennessy, McCarron Hufnagle Vegkley & Bent, R. W. Sullivan, Le Messurier, Claude Engel, Vavanaugh and Tocci, Joseph M. Chapmam, George Sexton.

Fotos
Richard Einzig / ARCAID.