Escuela infantil en Pamplona
Pereda Pérez Arquitectos 


En la confección del proyecto de esta escuela infantil el valor del lugar fue un condicionante principal. El solar, fruto de una reparcelación, se encuentra en el borde de un barrio periférico de Pamplona. Su geometría casi triangular se compone de dos lados que lindan con las medianeras correspondientes a las traseras de un edificio de viviendas, mientras que el tercer lado, de mayores dimensiones y orientado a sur, se abre a una gran plaza. Las condiciones extremas de la parcela imponían como máximas prioridades la captación de luz natural y la organización de un esquema de usos funcional. La propuesta se constituye, por tanto, como el zócalo de la edificación preexistente, a la que se adosa mediante su perímetro de hormigón, y ofrece un aspecto de pieza abstracta, ordenada, modular y rotunda hacia la plaza.

El programa contiene cinco módulos educativos, un amplio espacio común que funciona como organizador y como patio de juegos cubierto para las ocasiones en que el tiempo no permita disfrutar de los dos patios exteriores, además de las áreas interiores de administración, servicios e instalaciones. Las aulas se colocan, por su carácter de espacios principales, en el único lado exterior de la parcela para asegurar su soleamiento y vistas, mientras que el resto del programa se adapta a las características del solar, reservándose los dos extremos para los patios de juego. El edificio se sirve de éstos y otros patios interiores y de los lucernarios corridos para garantizar la iluminación y la ventilación en una parcela con una gran profundidad y una única fachada. Además de aportar luz al interior, los lucernarios mejoran la imagen de las medianeras hacia la plaza, mientras los patios, por su parte, refuerzan la iluminación y contribuyen a generar ese ambiente íntimo en cada módulo educativo.

Constructivamente, el edificio se caracteriza por los elementos prefabricados de hormigón. Por un lado, los forjados nervados permiten una gran rapidez de ejecución y crean espacios de grandes luces muy versátiles, y por otro la celosía de la fachada singulariza el aspecto exterior y funciona como protección, controlando el soleamiento y consiguiendo una mayor privacidad para las aulas. Por último, y en el ámbito de la sostenibilidad, la escuela emplea la geotermia como energía limpia y acondiciona la cubierta como una superficie ajardinada que aumenta la inercia térmica del edificio y reduce su impacto visual en las viviendas que la flanquean.


Cliente Client

Ayuntamiento de Pamplona

Arquitectos Architects

Carlos Pereda y Óscar Pérez

Colaboradores Collaborators

Teresa Gridilla

Contratista Contractor

Construcciones Guillén

Fotos Photos

Pedro Pegenaute